En la operación de engullirse a Ciudadanos el PP se ha fijado como objetivo para 2021 que el partido naranja se quede sin voz en las instituciones (cámaras autonómicas y ayuntamientos). Busca que los cargos públicos de Ciudadanos abandonen su formación y con el acta debajo del brazo se conviertan en diputados o concejales sin adscripción política. Electrones libres que abandonan el átomo por la influencia de campos eléctricos. Cuando se acerquen las elecciones tocará la fase de protocolizar su entrada en el Partido Popular con el acto de recogida de carné.

El objetivo es aparentemente muy ambicioso, pero la dirigencia del PP cuenta con dos bazas. La tarea la pusieron en manos de Fran Hervías, un militante popular recién llegado del partido naranja que estuvo al frente de la organización durante años como lugarteniente de Rivera. Conoce bien a los cargos públicos de Ciudadanos y sabe cómo atraerlos. La otra baza es la desmoralización de la militancia, tras la serie de varapalos que sufren en las urnas desde las últimas elecciones generales. En las autonómicas catalanas vivieron una tragedia y en Madrid desaparecieron. En la actualidad, Ciudadanos es un partido fantasma que se ha quedado sin votos y el PP trata de que quede sin cargos. Inés Arrimadas no se da por enterada, procediendo a reorganizar la cúpula de la formación. La dirección de Ciudadanos juega el papel de la orquesta del Titanic, con los músicos tocando cerca de la cubierta de botes. Se terminó el tiempo de pedir calma a los afiliados porque el partido superó ya el punto de no retorno.

Faltan dos años para las elecciones autonómicas y municipales. La captación de diputados y concejales conllevará una negociación sobre las nuevas listas electorales del PP. Los náufragos de Ciudadanos querrán un sitio en las candidaturas populares. Lo van a tener muy difícil porque no aportan votos. Si la negociación se hubiera hecho hace un año sería distinto, pero de entonces a hoy sufrieron tres desastres en las urnas (Galicia, Cataluña, Madrid). En el País Vasco el mal resultado electoral quedó camuflado porque iban en coalición con el PP. En el caso asturiano, la cuestión tiene su gracia porque la mayoría son seguidores de Hervías. Le hicieron la vida difícil a Ignacio Prendes. Presumían de haberle quitado el mando en la organización regional, con la excepción de Gijón. Casado optó por el camino largo; Ayuso se limitó a convocar elecciones para dejar a Ciudadanos sin cargos en las instituciones.