Tras una pregunta de la portavoz de Ciudadanos sobre la reforma del Estatuto de Autonomía, el presidente, Adrián Barbón, aprovechó para decir que la medalla de oro del Principado en 2021 será para los redactores del Estatuto, cuando se cumplen 40 años de su aprobación. La negociación del texto se produjo en una comisión con participación de UCD, PSOE, AP y PCA. La llamada “comisión de los ocho” que remedaba la “comisión de los siete” que redactó la Constitución. Hay una diferencia cualitativa entre ambas comisiones, ya que los siete padres de la Constitución eran parlamentarios destacados, mientras que en los ocho artífices del Estatuto se mezclaban los políticos con los asesores. No obstante, el trabajo en ambos casos fue guiado por el rigor y todos ellos eran plenamente conscientes de la labor transcendente que se les había confiado. En aquella época ningún partido proponía a personas frívolas o ignorantes para esas tareas. Uno de los aciertos de la transición consistió en lograr que las elites participaran en la política. Si se comparan los nombres de la comisión de los ocho para elaborar el Estatuto con una imaginaria comisión de los ocho, hoy día, para reformarlo, no quedará otro remedio que sentirse conmovido por la piedad o dejarse arrastrar por la risa.
Es la tercera vez que se conceden las medallas de oro en este mandato. Todas fueron un acierto, no como en el pasado reciente que se concedían a los poderes fácticos de la región. En 2018 se premió a Vicente Álvarez Areces, el político asturiano más destacado de la democracia. Los que disientan de esta valoración que comparen las realizaciones de Areces con cualquier otro líder. Me refiero a las realizaciones. No gana, golea. En 2019 la medalla fue para Vicente García Riestra, el último superviviente de Buchenwald, el campo de exterminio nazi. De Buchenwald escribió Jorge Semprún -otro superviviente- la literatura más vivencial de las últimas décadas. Imposible no sentirse estremecido en “La escritura o la vida” por “¡Krematorium, ausmachen!”, la voz de los guardianes nazis, “¡Crematorio, apaguen”, ordenando apagar por los altavoces para que la aviación anglosajona no tuviera fácil blanco en los bombardeos nocturnos. En 2021, los autores del Estatuto de Autonomía.
En el debate sobre la reforma estatutaria, Barbón dijo que no promovería una consulta porque no es como Puigdemont. El rechazo de la mayoría parlamentaria a una consulta no vinculante se apoya en el temor a perderla.