Adrián Pumares y Pedro Leal son los dos diputados autonómicos de Foro. Cuando el partido se partió el grupo parlamentario se dividió por la mitad: Pumares se fue con Moriyón y Leal con Cascos. Desde entonces la relación entre ambos políticos perdió fluidez; tienen problemas de entendimiento cuando toca compartir algo, me refiero a la fotocopiadora. Cuando los partidos entran en crisis se confunden las cuestiones personales con las políticas, tendencia a la que no se sustraen los dos diputados. Desde que Moriyón y Cascos colisionaron las relaciones entre los bandos enfrentados pasan por el  juzgado de guardia. Pumares acaba de avisar que va a denunciar a Leal por supuesta suplantación de personalidad y vulneración de la Ley de Protección de Datos. Leal acaba de ratificar en el juzgado de instrucción una denuncia contra Moriyón, Pumares y Rodríguez por supuestos delitos de falsificación de documentos privados y aportación de documentos falsos al procedimiento judicial.

El sábado va a celebrar Foro un congreso que llaman de refundación. Tratan de hacer un punto y aparte, pero hasta la víspera se sienten atados al guión que los une a los que quieren dejar atrás. Cada persona es muy libre de interponer demandas civiles en defensa de su honor o querellas criminales por supuestos delitos contra quien considere oportuno, pero resulta chocante que nadie en la dirección del partido, que trata de resurgir, tenga la cabeza suficientemente fría como para saber que por esa vía no lograrán ganarse el favor del público.

Foro nació como un grupo que luchaba contra el estancamiento asturiano, que a su entender estaba causado por el consenso espurio de las dos grandes formaciones. Tenía una misión que cumplir y había un espacio político libre para ocuparlo, ya que PSOE, PP e IU aceptaban el statu quo regional y sus propuestas eran nítidamente continuistas. Foro era el único que ponía sobre el tapete el gran tema de la decadencia regional. En la actualidad, el partido que se pretende refundar necesita dibujar una imagen nítida que no se solventa colgándose la etiqueta de centrista en una época donde el electorado ha desertado del centro. Foro hace mucho tiempo que dejó de ser un grupo necesario para la sociedad asturiana, como lo muestra la deriva electoral. Puede invertir la tendencia, pero hacen falta dos cosas: un argumento atractivo y dejar de ser noticia por los demonios familiares. Menos trilingüismo (lengua, llingua, fala) y juzgados; y más voz propia en la Junta.