Cuando faltan seis días para quitar las mascarillas, Foro ha celebrado su cuarto congreso en unas condiciones que previenen frente al virus a costa de suprimir el debate.
Sólo estuvieron presentes los dirigentes y el puñado de cargos públicos. En cuanto a la votación de los estatutos, única materia del congreso, se celebró de forma telemática en los días previos.
Las enmiendas fueron todas derrotadas, pero lo más reseñable no es el rechazo sino la imposibilidad de defenderlas por parte de los enmendantes. En el Congreso los únicos que intervinieron fueron la presidenta, el secretario general y un asesor jurídico. Un congreso exprés de 85 minutos.
Muy escasa materia prima para lograr un objetivo pretencioso: “con este congreso de refundación de Foro empezamos a construir la alternativa que Asturias necesita con urgencia para sobrevivir”. La supervivencia de Asturias no está en juego, otra cosa es la del partido Foro Asturias.
Un congreso sin ponencia política (los estatutos contienen las normas internas de las organizaciones, no las estrategias a seguir) y sin debate es un paseo para la dirección.
LEITMOTIV
De las breves palabras pronunciadas, aparte de cierto gusto por la hipérbole, “somos el único partido de la historia de España que pone orden en su casa y la limpia de corrupción hasta sus últimas consecuencias”, destaca su gran leitmotiv: “Foro Asturias centrará todos sus esfuerzos en la preservación de la identidad del Principado de Asturias como sujeto político de transcendencia histórica, defendiendo en todos los ámbitos institucionales la completa personalidad del pueblo asturiano”
¿Desde cuándo está en peligro la identidad de nuestra región si es reconocida por todos, dentro y fuera del territorio? ¿A qué se refieren cuando hablan de la completa personalidad del pueblo asturiano? ¿Quién la ataca? ¿La “oligarquía extractiva”, como reza en el prólogo de los estatutos?
Prefiero dejar a un lado lo de “sujeto político de transcendencia histórica”, no vaya a ser que termine por conformar una unidad de destino en lo universal. Y haya que cambiar nuevamente el logotipo.
Esa retórica de nacionalismo rancio, belicoso, de perro guardián de las esencias, contrasta vivamente con la Constitución Española. No hay un solo artículo en nuestra Carta Magna que tenga esas resonancias cuando habla de España.
Si quieren ser útiles y ubicarse en el centro del espacio político, dos cuestiones a las que aluden con asiduidad, deben prescindir de ejercicios vacuos. El territorio o la personalidad de la región no están en cuestión; lo que les debe preocupar son los asturianos: la empleabilidad, las pensiones, la industria, la educación, el declive poblacional.
COMPETENCIAS
Por cierto, habrá que recordarles que toda la recaudación fiscal en Asturias no llega, ni de lejos, a ser la mitad de nuestro gasto en pensiones. Lo digo para que lo tengan en cuenta cuando reivindiquen “el máximo de competencias”. Sería la forma más rápida de empobrecer a la tercera edad.
Menos prosopopeya para “defender en todos los ámbitos institucionales la personalidad del pueblo asturiano” y más solidez a la hora de intervenir en Junta General del Principado.
Cuando un partido renuncia a discutir de política y destina sus energías a la lucha interna y a hacer mudanza ideológica desde la moderación al nacionalismo, se queda sin respuesta para las cuestiones concretas. En la semana que termina tuvimos un buen ejemplo de ello.
El congreso extraordinario deja la puerta abierta para que Asturias termine el año con tres lenguas oficiales: castellano, bable y fala. Esa va a ser la gran contribución del Foro refundado al bienestar de los asturianos. No van a servir para otra cosa.
Los tres grupos de la izquierda (PSOE, Podemos, IU) necesitan un escaño para sacar adelante la oficialidad, y Foro ya está preparado para dárselo. Se convierte en grupo donante de escaños para que la izquierda aplique su programa.
Todo ese rollo ininteligible de hacer esfuerzos para preservar la identidad del Principado como sujeto político de transcendencia histórica, no quiere decir nada más que apoyarán el trilingüismo.
ACADEMIAS
En tres o cuatro años habrá academias que impartirán cursos de bable y fala para oposiciones a bombero. O a arquitecto municipal. Un nuevo yacimiento de empleo. Por fin tendremos una ventaja competitiva.
Desde que Foro participa en las elecciones autonómicas, el grupo parlamentario del PP quedó reducido a la mitad. Probó con tres cabezas de lista, Pérez-Espinosa, Cherines y Mallada, y no se movió de los diez u once escaños. Antes, alcanzaba los veinte diputados.
A solucionar el déficit parlamentario del PP va a colaborar Foro como grupo de centro-derecha que oficializará el trilingüismo. Una buena forma de espantar al electorado.
Para dar sensación de normalidad, el secretario general, Adrián Pumares, refiriéndose al bable, dijo que se garantiza su uso “sin ninguna traba y sin ninguna imposición”. La misma envoltura que la oficialidad “amable” del socialismo.
A ver si se aclaran: las imposiciones no están nunca recogidas en los Estatutos de Autonomía, sino que se implantan en la normativa posterior.
Suárez dejó para la posteridad aquella frase de “elevar a la categoría política de normal lo que a nivel de calle es normal”. Foro le da la vuelta: elevar a la categoría política de normal lo que a nivel de calle es excepcional.