Paloma Gázquez, diputada nacional del PP por la circunscripción asturiana, convocó a los medios para hablar de Pablo Casado y de su partido, cuando se cumplen tres años de haber logrado el político palentino la presidencia del PP. Nadie mejor que ella en nuestra región para celebrar el triunfo interno de Casado, ya que apostó por el joven político desde el día que presentó su candidatura, mientras el resto de dirigentes y cuadros de la organización asturiana se alineaban con Soraya Sáenz de Santamaría o con Dolores de Cospedal. Los notables de la organización regional pretendían jugar a caballo ganador, mientras que Paloma Gázquez estaba con Casado porque representaba una alternativa frente a los herederos naturales de Mariano Rajoy y sus métodos de trabajo. Al final, ante los delegados del Congreso midieron sus fuerzas Sáenz de Santamaría y Casado. David pudo con Goliat gracias a un discurso impecable ante el continuismo de la exvicepresidenta.
Para ilustrar el cambio operado en el partido Paloma Gázquez señaló que en 2018 era la tercera fuerza política en las encuestas y en la actualidad encabeza los sondeos. La afirmación requiere de muchas matizaciones. Ciudadanos superó al PP en las encuestas durante un periodo muy breve de tiempo. En todas las elecciones, con Rajoy o Casado de candidatos a la Presidencia del Gobierno, el PP quedó por encima del partido naranja. La única vez en que hubo una distancia muy pequeña entre los dos grupos (elecciones generas del 28 de abril de 2019), el jefe del partido y candidato era Casado. En segundo lugar, el PP ha empezado a liderar la intención de voto hace un par de meses, justo después de ganar Isabel Díaz Ayuso las elecciones en Madrid por goleada. Hasta entonces estaba por detrás del PSOE en los sondeos. Sánchez e Iglesias se implicaron en la batalla electoral de Madrid, uno tapando al candidato Ángel Gabilondo y el otro compitiendo directamente, y la derrota se refleja en las encuestas.
Casado inició su liderazgo recuperando los valores de la derecha, frente a un Rajoy supuestamente acomplejado ante la izquierda. Para entendernos: Casado iba tras las huellas de Aznar. Los modestos resultados en las urnas inspiraron su giro hacia el centro que escenificó en la moción de censura presentada por Vox: ante el plenario del Congreso de los Diputados rompió con Abascal. La rotunda victoria de Ayuso ha empujado las velas de Casado hacia la derecha. En esas está. Las biografías políticas son así, admirada Paloma.