En la Conferencia de Presidentes, que hoy tiene lugar en Salamanca, se va a hablar de demografía junto a otros temas como la vacunación y los fondos europeos. El pasado marzo presentó el Gobierno un plan de medidas (130 actuaciones) sobre el reto demográfico que serán financiadas con 10.000 millones de los fondos europeos. Entre ellas se incluye la rehabilitación en municipios de menos de 5.000 habitantes, la extensión de la banda ancha y 650 plazas del primer ciclo de educación infantil (0-3 años).

10.000 millones de euros es mucho dinero y hay que escoger muy bien a qué se destinan. Más importante que redactar 130 medidas concretas es ponerse de acuerdo sobre el fondo de la cuestión. ¿Cuándo hablan de reto demográfico a qué se refieren? Es muy distinta la situación de unas comunidades autónomas a otras. En los últimos 30 años, Andalucía, Cataluña o Madrid tuvieron un aumento de población superior a 1,5 millones de habitantes. En Asturias, sin embargo, perdimos casi 100.000 habitantes. En todas las regiones se nombra el reto demográfico, pero no es el mismo reto en todas. Fruto de un fenómeno de carácter mundial la población se concentra en las grandes ciudades. El campo se despuebla. En el debate público surgió un término que hizo fortuna, “la España vacía”. Cuando se destina dinero para rehabilitar viviendas en municipios de menos de 5.000 habitantes se ataca ese problema. Lo mismo ocurre cuando se amplía la extensión de la banda ancha. Son actuaciones necesarias que se deben llevar a cabo, pero hay otra realidad mucho más preocupante.

En Asturias la zona rural pierde población, pero al medio urbano le ocurre lo mismo. Sufrimos un declive demográfico generalizado que alcanza a todo el mapa de la región. Las nuevas generaciones no son capaces de cubrir todos los puestos de trabajo que dejan vacíos los jubilados. Llegan muy pocos inmigrantes para tomar el relevo en fábricas, talleres o servicios. El territorio corre un riesgo cierto de romperse y la sociedad de desestructurarse. El Gobierno tiene que contemplar medidas para luchar contra el declive demográfico. En Asturias, como en Lugo, Orense o Zamora, es necesario dar ayudas directas para estimular la natalidad. La rehabilitación de viviendas, la banda ancha y las plazas de cero a tres años no van a lograr que la curva de nacimientos cambie de sentido ¿Podrá Adrián Barbón explicar el drama asturiano a Pedro Sánchez? ¿Se podrá rascar algo de los 10.000 millones para detener la decadencia?