El Ministerio de Transportes ha contactado con el Principado para negociar la rebaja del peaje del Huerna. La nueva ministra, Raquel Sánchez, entra en contacto con la complicada agenda asturiana de infraestructuras, llena de retrasos y agravios, alguno muy reciente como el peaje del paso por autopista a la Meseta: es el tercero más caro de España, pertenece a la generación más antigua de peajes –la autopista A-66 se empezó a construir a mediados de los años setenta del pasado siglo-  y no conoció cambios desde la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, mientras que todas las regiones con autopistas estatales tuvieron bonificaciones para usuarios, rebajas de tarifa o rescate de tramos.

El peaje del Huerna debe ser muy singular para no admitir descuentos, mientras otras vías similares resultaban agraciadas con bonificaciones y rebajas. Para empezar a negociar la referencia obligada es la autopista de El Ferrol a Tui que sufre la misma penalización que la astur-leonesa, al haber sido en ambas prorrogado el peaje por veinte años, sin ninguna explicación, y que hace unas semanas se vio beneficiada por un sistema de bonificaciones, anunciado por Pedro Sánchez, que el propio Gobierno calificó como el “mayor de la historia”. Asturias debe ser tratada como Galicia, ya que las razones para gozar de bonificaciones son las mismas y con la particularidad añadida de que en el caso asturiano la rebaja sería menos gravosa para el Gobierno al tener la autopista de Campomanes a León menos kilómetros y tráfico. Sería un error de planteamiento acudir a la cita madrileña con el objetivo de mejorar, simplemente, las bonificaciones –en la actualidad el peaje del Huerna está subvencionado con seis millones de euros-, ya que se dan las circunstancias para un replanteamiento radical del peaje, dada la millonada regalada a Galicia. Si ellos tienen 55 millones de euros apuntados para el próximo ejercicio presupuestario, nosotros merecemos una cantidad equivalente.

Imagino que la ministra dirá que no hay dinero. Es la respuesta tipo de todo pagador. Sacará a relucir que el Fondo para Bonificar Peajes quedó vacío tras la promesa realizada a la comunidad vecina. Todo eso ya lo saben Adrián Barbón, Juan Cofiño y Alejandro Calvo. Este es el punto en que los nuestros deben decir que al Gobierno le corresponde arreglar los problemas de Asturias, pero al Principado no le toca gestionar las cuentas del Estado. ¿Había dinero para el Prat y Barajas? Para el peaje del Huerna, también.