Asturias y Castilla y León unirán sus fuerzas para rebajar el peaje del Huerna. Rita Camblor (Principado) y Suárez Quiñones (Junta de Castilla y León) reivindicaron el derecho a ser tratados igual que los gallegos. Hasta el momento, la autovía de El Ferrol a Tui (AP-9) tiene comprometidos 55 millones de euros, mientras la autopista del Huerna solo cuenta con seis.
En los últimos años cada vez hay más asuntos en que coinciden los intereses de Asturias, Galicia, Castilla y León y Cantabria. En infraestructuras, demografía, industria o financiación territorial las cuatro comunidades autónomas del Noroeste mantienen tesis semejantes. Es importante estrechar lazos; comunidades uniprovinciales, como la nuestra, peleando solas en un Estado atravesado por los intereses territoriales llevan todas las de perder.
Ya que vamos a luchar juntos por rebajar el ominoso peaje -nunca se debió prorrogar hasta 2050-, sería bueno que hablaran claro los dos gobiernos sobre el objetivo que se marcan. Centrar la petición en bonificar la tasa, sin especificar, no deja de ser una formulación excesivamente genérica, con la que todos estamos de acuerdo, el asunto es saber con qué tipo de bonificación nos vamos a conformar. Unas veces dicen que aspiran a ser tratados igual que los gallegos en la AP-9, y nos ponemos contentos, otras veces con rebajar el peaje, sin más, y nos sentimos defraudados. En política hay que aprovechar las coyunturas favorables y esta, sin duda, es al haber prometido Pedro Sánchez una rebaja histórica para la vía gallega que tiene unas características coincidentes con la astur-castellana: la misma antigüedad y la misma prórroga abusiva de ambos peajes. Aquella rebaja o rescate que prometió Zapatero debe cumplirlo Pedro Sánchez. Solo lo puede rechazar saltándose a la torera (¡horror, toros!) el principio de equidad que tantas veces pregona.