La Red Asturiana de Lucha contra la Pobreza ha presentado un informe, en la Junta General del Principado, que sitúa a nuestra región en el mayor nivel de exclusión social de todas las comunidades autónomas al norte de Madrid. En términos de pobreza y exclusión, Asturias se comporta como las regiones del sur y eso es una novedad. Siempre tuvimos fama, como Navarra, de ser un territorio con gran cohesión social, basado en una gran solidaridad intergeneracional, calidad de empleo y alto nivel educativo. Los números presentados en el Parlamento acaban con nuestra buena reputación, al constatar que el 27,7% de la población está «en riesgo de exclusión». El umbral de la exclusión viene definido por percibir unos ingresos mensuales que no superen los 802 euros. Hay 282.471 ciudadanos que están en esa situación de lacerante penuria económica.
Hay causas fáciles de chequear que explican por qué estamos en el momento de mayor pobreza y exclusión de las últimas décadas: dos profundas crisis económicas en un periodo de trece años, de 2008 a 2021, dejan secuelas. También se suma la transformación del tejido productivo, al perder empleo la industria y concentrarse la creación de trabajo en el sector servicios. Un obrero de Arcelor o Asturiana de Zinc gana mucho más que un camarero o un empleado del pequeño comercio. En el informe se hace mención a la aparición de un nuevo perfil de persona excluida: empleo con salario insuficiente. Hay otras razones que se cumplen en sociedades, como la asturiana: El crecimiento de población de la tercera edad va asociado siempre a un mayor nivel de pobreza.
Pese a los argumentos expuestos, debe haber alguna otra causa poderosa para que Asturias sea la excepción del norte. Qué está pasando que a nuestros vecinos no les ocurre. O qué sucede, que antes no nos pasaba. Para evitar equívocos, digamos que descarto el fácil recurso de cargar todas las culpas sobre el Gobierno. El fenómeno aparece ahora en la superficie, pero llevaba largo tiempo incubándose. Es un problema sistémico. Por falta de espacio lo dejo para otro día.