Vuelve el debate en Asturias sobre las carreteras, un clásico a lo largo de toda la etapa autonómica. Antes se discutía por la lentitud con que se construían las carreteras, mientras que ahora la controversia versa sobre los pagos por su uso. Sobre el tapete dos asuntos: las bonificaciones del peaje del Huerna y la tarifa por la utilización de autovías. Álvarez Rouco (Vox) afirma que la rebaja del peaje se financiará con la tasa que se cobrará por las vías de doble calzada. El consejero, Alejando Calvo, lo niega y dobla la apuesta: el Principado pelea la rebaja del peaje y la tarifa para autovías no afectará a Asturias.
En ambas infraestructuras nos exigen dinero por algo que ya habíamos pagado. El plazo de concesión del cobro del peaje en el Huerna ya está vencido, mientras que la tarifa por uso de autovías no corresponde a los usuarios sino a los contribuyentes. Así ha sido desde los años sesenta del pasado siglo. Las carreteras, autovías y autopistas son bienes públicos, no tiene sentido financiarlos por los usuarios, cuando se beneficia todo el mundo; bienes de la más diversa naturaleza viajan por ellas en pos del consumidor. Si se carga la financiación de las autovías sobre los automovilistas, tendrán que pagar los enfermos el gasto de los hospitales, la educación la costearán los alumnos -sus padres-, la Justicia, los litigantes, y el mantenimiento del parque que hay a la vuelta de la esquina corresponderá a abuelos y nietos.
La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, dijo que en unos meses estará definida una tarifa que será «justa, rigurosa y sostenible». Qué fácil es hablar por hablar. ¿A qué llama justa y rigurosa la ministra? ¿Una tasa que alcanza por igual al dueño de un Ferrari que al conductor de un coche de tercera mano es justa y rigurosa? Dejo a un lado lo de sostenible porque no pasa de ser un comodín en el discurso de los profesionales de la política.
A la famosa región con estructura de «fondo de saco», como se decía hace treinta años de Asturias, le van a poner peajes a diestro y siniestro por intentar comunicarse. Seamos lúcidos y contemplemos lo que hay en juego. Como todo el dinero se mezcla en la caja de Hacienda, yo intuyo que nos van a cobrar por autovías para hacer frente a los excesos del Gobierno que van desde los 400 euros para que los jóvenes de 18 años realicen consumos culturales (ir al cine gratis), hasta la construcción de los planes de vías de Vitoria y Bilbao que no tienen nada que ver con el de Gijón. Esos sí que son un planazo. Todo un peaje.