La intervención del presidente del Principado, con la que se abrió el debate sobre el estado de la región, evitó el género plúmbeo, muy típico en los discursos presidenciales en este tipo de sesiones parlamentarias, pero, a cambio, incurrió en el defecto de dar pinceladas en muchos temas sin profundizar en la materia. Un procedimiento que le permitió resaltar los aspectos positivos de la realidad, sin tener que hacer alusión a los defectos o las carencias.
El estilo desplegado por Adrián Barbón es un anticipo para los portavoces parlamentarios que se deberán fajar hoy con el presidente. En el cuadrilátero, Barbón lanza el guante y se desplaza, así que algún portavoz corre el riesgo de pasarse la intervención lanzando golpes al aire.
El presidente inició el discurso con tres fotos muy escogidas: los 1.000 millones de inversión en la factoría gijonesa de ArcelorMittal, el viaje oficial del convoy por los túneles de la variante de Pajares y la nueva normalidad tras la pandemia. ‘Asturias ganando el futuro’.
Lo cierto es que las expectativas para el sector electrointensivo asturiano están hoy peor que hace un año y la variante de Pajares es probable que no se inaugure ni siquiera en 2022. En cuanto a la pandemia, crucemos los dedos, viendo lo que sucede ahí fuera.
Los datos del empleo fueron positivos los pasados meses, con la excepción de septiembre, y el crecimiento industrial es muy elevado -espectacular en el metal-. Las exportaciones asturianas crecen a un ritmo que solo supera Madrid. Todo eso lo recordó Barbón y no hay nada que objetar.
La famosa triada del Estado del Bienestar (Sanidad, Educación y Servicios Sociales) es la bandera del socialismo asturiano, una vez que minas y fábricas cerraron o fueron a menos.
La campaña de vacunación constituye el último logro del que se siente orgulloso el Gobierno. Barbón se refirió muchas veces a ello y en su discurso repitió. Puede parecer que es fácil vacunar a una población con una cuota muy escasa de negacionistas, pero cuando en Asturias hay un 85% de personas vacunadas y la media española está en 78% será por algo.
Vuelve a haber ‘peonadas’ para acabar con la lista de espera quirúrgica. Sin embargo, el presidente no se refirió a la lista de espera de pruebas diagnósticas y la lista de espera de atención especializada. Estas dos largas colas hacen que crezca con fuerza la sanidad privada.
En la Educación habló del dinero invertido, las oportunidades de la nueva Formación Profesional y el apoyo a la expansión de escuelas infantiles. Sin embargo, el escándalo del momento, constituido por el currículo en la Educación Obligatoria, con los gurús del Ministerio de Educación desarrollando la versión más radical de la Ley Celaá, no mereció una mención. Si preocupa el futuro de Asturias, no se puede mirar para otro lado ante la estafa que se está gestando en la educación.
Las residencias de la tercera edad, el salario social y las viviendas sociales forman el tercer apoyo del Estado del Bienestar, versión Asturias. El presidente confirmó que habrá fondos europeos para construir viviendas públicas. No somos una excepción. La vivienda tiene un gran protagonismo en la jerarquización de contenidos realizada por Pedro Sánchez. Me parece más que discutible emplear dinero europeo en ese tipo de actuaciones.
La sorpresa del debate estuvo en las cinco grandes prioridades de los fondos europeos (Zalia, Arcelor, Agroindustria, Energías Renovables y digitalización de administraciones y pymes): 2.900 millones para las cinco propuestas. A lo largo del año se habla mucho de la financiación autonómica, el declive demográfico, la transición justa o la reforma de la Administración autonómica. De todo ello se dijo poco y hay mucho que discutir.
En la financiación autonómica, el presidente está venga y dale con que hay que tener en cuenta el coste real de los servicios. Así se hace desde hace más de 30 años, lo que ocurre es que el coste de los servicios se puede valorar de muchas manera. Sería bueno que conociéramos con detalle los argumentos de los que piensan justo lo contrario (Madrid, Cataluña, Valencia, Andalucía, Baleares).
Es una noticia muy buena la alusión a las ayudas directas a la natalidad, pero, en materia de declive demográfico, todas las medidas tomadas, hasta ahora, son simbólicas. La transición justa, a día de hoy, no existe. Basta mirar el cumplimiento del plan de Hunosa.
La Ley de Medidas Administrativas Urgentes y la Ley de Empleo Público, por muy importantes que sean, no abarcan toda la reforma de la Administración. Es importante quitar las trabas administrativas y cambiar categorías y desempeños laborales, pero se reduce el tamaño de la Administración o se ahoga la región.
El gran tema político de estas semanas, la oficialidad del bable, quedó extrañamente postergado en el debate. Cuando el presidente ya había dicho, «les robo los últimos minutos para unas consideraciones finales», empezó a leer en bable sobre la oficialidad del bable para que los diputados le entendieran mejor.
Sacó a relucir el programa electoral, el tremendismo de la extrema derecha, la Constitución, la lengua eo-naviega (la mayoría de los asturianos no saben que existe y va a ser oficial) y la reciente manifestación de Oviedo. Se olvidó de aclarar que, por primera vez, se plantea una reforma estatutaria de izquierda contra derecha. Un modelo muy sostenible.