Empezó la negociación del Gobierno con los grupos parlamentarios. Estamos en la fase de las fotos, declaraciones, etc. Pronto empezará la negociación del submarino, que consiste en ocultar desde caras hasta datos. Los campeones de la transparencia prefieren tapar lo que sucede al pueblo liso y llano que con sus impuestos financia toda la fiesta. El Principado plantea un proyecto con un crecimiento mínimo, cinco millones de euros, en el que tienen un papel destacado los fondos europeos, 167 millones, que a día de hoy constituyen todavía una expectativa. De ingresos fiscales habrá 92 millones menos que el pasado año y el margen endeudamiento se redujo en 109 millones.
No existirá transferencia del Estado para compensar la bajada de ingresos, concepto por el que se ingresaron 251 millones en 2021. Unas cuentas propias de una época en que no se pueden lanzar las campanas al vuelo, aunque los fondos europeos compensan la pérdida de ingresos fiscales. La consejera de Hacienda, Ana Cárcaba, dijo que se va a recoger la concertación social en el presupuesto. No lo entiendo muy bien porque puede dejar desfasado el proyecto de cuentas que negocia con la oposición.
Lo más importante de la jornada fue el anuncio de la consejera de Hacienda de no incluir en el proyecto de presupuestos las peticiones de Foro para aprobar la cooficialidad. Las rebajas fiscales, en el Impuesto de Sucesiones y en el IRPF, se recogerán en otra ley.
Todo lo que no está en el presupuesto no pasa de ser la expresión de un deseo. Esto huele a chamusquina. Es completamente anómalo que los cambios en las principales figuras fiscales no estén recogidos en el proyecto de presupuestos. El gasto extraordinario en incentivar la natalidad tampoco aparecerá en las cuentas. No sé cómo puede negociar Adrián Pumares (Foro Asturias) los presupuestos poniendo enmiendas que nunca tendrán reflejo en las cuentas. El PP pidió, con razón, que los esfuerzos fiscales que se vayan a acometer en 2022 deben de constar ahora. Ciudadanos dijo que no se pueden fiar de esa segunda ley.
Gracias a la bandera de la cooficialidad, la izquierda está más unida que nunca y no le importa que se diseñen herramientas para aplazar (¿sortear?) las rebajas fiscales pedidas por Foro, ya que su meta es incrementar la presión fiscal. Ahora bien, por el buen funcionamiento de las instituciones, antes de avanzar en la negociación, lo más sensato sería debatir sobre el plan de sacar del presupuesto los cambios fiscales y las nuevas propuestas de gasto.