Renfe anuncia que renovará toda la flota de la antigua Feve en Asturias. Pocas cosas son tan necesarias para las infraestructuras de la región. Les pongo en antecedentes. En el otoño de 2019, el presidente, Barbón, y el vicepresidente, Cofiño, viajaron a Madrid para entrevistarse con la cúpula del Ministerio de Transportes, encabezada por Ábalos (¿se acuerdan? Aquel dirigente socialista que había venido a la política para quedarse). La demanda principal a satisfacer era el empuje a la red de cercanías ferroviarias. Eran tiempos en los que el Principado pensaba que la fraternidad socialista bastaba para arrancar concesiones en Madrid. El ministro se mantuvo en sus trece: hay un plan 2017-2025 para los trenes de cercanías y ya se hacen muchas cosas. En un momento de la reunión, los nuestros pidieron un plan de renovación de material con locomotoras de segunda mano para sustituir a las que daban un pésimo servicio. Puede que fuera la reivindicación más realista del mundo, pero de entrada resultaba sonrojante. En ningún lugar de España se había aplicado una iniciativa así. Lo cierto es que, durante los pasados años, las locomotoras actuales, y todo lo que está relacionado con ellas, fue causa de múltiples incidencias, con continuas averías, falta de repuestos, carencias de personal para mantenimiento. Y cuando todo eso estaba subsanado, faltaban maquinistas. La precaria situación del trazado ferroviario es conocida, pero el estado de las locomotoras fue lo que causó más daños a los clientes, a la credibilidad de la compañía y a las cuentas de la empresa.
Retomemos la noticia. La renovación del 100% de la flota se hace por el cambio tecnológico: las locomotoras funcionarán con hidrógeno. Un anuncio propio del 28 de diciembre. La idea es utilizar hidrógeno verde (obtenido por electrólisis realizada a través de energía eólica). En España estamos en mantillas. En la actualidad sólo existen 2.453 vehículos en la UE movidos por hidrógeno, de ellos, siete son españoles. No hay ninguna estación (hidrogenera) para repostar, ni una red de tuberías para transportar el gas.
Y lo que es mucho más grave, los costes de producción de hidrógeno son abiertamente anticompetitivos. Se habla de que para el año 2030 habrá 5.000 vehículos alimentados por hidrógeno. En Barcelona van a hacer el primer experimento con los autobuses urbanos. Espero que ningún político asturiano se tome en serio el anuncio de Renfe, porque prefiero locomotoras viejas a tomadura de pelo.