Los capítulos principales de los presupuestos regionales no aportan grandes novedades. Todo aumenta, desde el volumen de las partidas, hasta la recaudación tributaria, la reserva de deuda, la masa salarial y las inversiones productivas. Los grandes servicios públicos no se quedan atrás; representan el 66% del gasto, como ocurre año tras año desde que el Principado asumió las competencias sobre educación y sanidad. Cada capítulo tiene su propia casuística. Por ejemplo, la inversión en el Hospital de Cabueñes es una de las principales actuaciones, tras años de presupuestar partidas sin ejecutar. En el caso de que todo discurra por la senda correcta se podrá recuperar lo que otros años se dejó de hacer. Por cierto, en el proyecto constan 12,2 millones de euros para licitar la obra. Justo la misma cantidad que había dicho el presidente de la patronal de la construcción que se necesitaba para que las empresas pudieran concurrir a la licitación. Es una pena que en el Principado no le hayan hecho caso antes, así se evitarían los seis meses -o más- de retraso que conllevará repetir la licitación.
La principal novedad del proyecto presupuestario es el estreno de la política de natalidad, con 1.000 euros para cada pareja que tenga un hijo. Con acierto se pone un techo de ingresos para recibir la subvención. Por encima de 45.000 euros anuales no podrán acogerse al cheque-bebé. La partida, por sí misma, no es renovable. El compromiso es sólo para el próximo año. Dado el número de nacimientos, el gasto en elevar la natalidad será de cinco millones. Imagino que en el debate parlamentario el Gobierno presentará la propuesta como el inicio de un plan a largo plazo que tiene como primer peldaño la cantidad citada, pero las declaraciones verbales no tienen valor de ley. Hago esta consideración porque la novedad presupuestaria del Gobierno llega tras la exigencia de Foro de crear el cheque-bebé para poder apoyar la cooficialidad del bable. Una vez que cumpla Pumares con su destino histórico de otorgar la mayoría parlamentaria a la izquierda para reformar el Estatuto, el asunto de la natalidad perderá protagonismo. Futuros padres: ahora o nunca.
En los presupuestos se diseña la actuación para que el Principado se haga con el 100% de Sogepsa. La clásica operación de socializar pérdidas. Podemos y Vox protestan, el PP y Ciudadanos consienten. Qué amor tiene la derecha convencional de nuestra región por los principios liberales. Se apuntan a nacionalizar y bajar impuestos. Todo vale.