Pasaron por la Junta General del Principado los agentes sociales para dar su opinión sobre el proyecto de presupuestos regionales para 2022. María Calvo, presidenta de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade), puso el dedo en la llaga sobre los asuntos más controvertidos que presentan las cuentas. Mostró la preocupación del empresariado por la falta de ejecución de las inversiones. En los últimos cuatro años, 344 millones de euros que estaban presupuestados no se utilizaron. Dinero perdido. En el pasado ejercicio, más de un tercio del dinero reservado para inversión no se llegó a gastar. En el capítulo de carreteras, 47,5 millones quedaron inmovilizados, un asunto especialmente lacerante cuando sufrimos una epidemia de argayos.
La baja ejecución presupuestaria es una cuestión que no adquiere el relieve que se merece en las administraciones españolas. Es una auténtica falacia aprobar presupuestos con grandes cifras, sabiendo que un porcentaje alto de las partidas es ficticio. Es necesario, trimestralmente, realizar plenos parlamentarios sobre la gestión de las cuentas para saber cómo va la ejecución de lo aprobado. El proyecto de presupuestos no puede ser un instrumento de propaganda. En España inflar las cifras se considera un defecto menor, cuando es un fraude.
La presidenta de la Fade criticó la tendencia creciente del gasto corriente que no deja espacio para la inversión que pasó de representar el 19% en las cuentas de 2019 al 6% en 2020. Lo que ocurre con el gasto corriente es algo fantástico, crece en épocas de expansión y de recesión. Cada vez se contrata a más empleados, a más asesores, se necesitan más inmuebles. No hay colectivo sin subvención. Y todo eso lo pagan las familias y las empresas. Cualquier gasto coyuntural que se incorpora al presupuesto tiende a perpetuarse. Esta práctica perversa solo se explica desde la perspectiva de la fidelización del voto. La rica experiencia de cuarenta años de mapa autonómico enseña que los territorios con mayorías parlamentarias estables se basan en tener a mucha gente adherida al presupuesto.
María Calvo advirtió de la elevada carga financiera (600 millones de euros) que asume el Principado. Cerró el círculo al señalar que la transferencia de dinero de otras administraciones y el recurso de la deuda sostienen el creciente gasto corriente. El motor de nuestras cuentas no es sostenible a medio plazo. Es un detalle sin importancia para una clase política que baila en el Titanic.LA