El 33 Congreso de la Federación Socialista Asturiana (FSA) ha quedado aplazado cuando iba a empezar a celebrarse. La causa de la suspensión fue el contagio por covid del secretario general de la FSA, Adrián Barbón, detectado en el test de anticuerpos, que llevó luego a su internamiento en el HUCA. A lo largo de la jornada, también el alcalde socialista de Siero, Ángel García, ‘Cepi’, dio positivo en el control de antígenos.

Dejando a un lado el trastorno que produce la suspensión de un acto que iba a congregar, durante el fin de semana, a más de 500 personas, se puede afirmar que el percance quedará reducido a dimensiones puramente logísticas. No afecta a la política. La reunión congresual no llegó acompañada de controversias, ni, mucho menos, de pugnas por el liderazgo, así que posponer la cita colectiva unas semanas es intranscendente. Sobre la salud de Adrián Barbón, doctores tiene el HUCA, pero imagino que tratándose de un hombre joven y sin hábito tabáquico, la recuperación será cosa de pocos días. Desde estas líneas le deseamos una pronta vuelta a la normalidad. Para prevenir eventualidades, por decisión de Barbón, la Presidencia del Gobierno quedará en manos de Juan Cofiño, actual vicepresidente, y la Secretaría General de la FSA la asumirá Gimena Llamedo, número dos del partido.

Lo que sucedió con el 33 Congreso de la FSA es muy interesante. Dadas las circunstancias pandémicas en que está envuelta Asturias, los organizadores se tomaron muy en serio la seguridad del acto, al celebrarse en un recinto cerrado, con muchas personas provenientes de todos los rincones de la región y dispuestas a una larga convivencia durante tres jornadas. Cuatro medidas: test de antígenos obligatorio para participar en el Congreso, mascarillas FFP2 durante toda la estancia en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Oviedo, ningún contacto físico (saludos, despedidas) y en caso de tos, adoptar el gesto que dictan la higiene y la buena educación. Con el test de antígenos ya saltaron las alarmas. De esa forma se enteró Adrián Barbón de que era portador del virus. Hubo más casos. Si hubieran procedido alegremente, dando por bueno el hecho de estar vacunado y no sentirse enfermo, la reunión habría dado paso a un contagio colectivo, muy grave en las actuales circunstancias de ocupación hospitalaria. A lo que voy, las cuatro medidas tomadas deben extenderse a todo tipo de reuniones, sean del tipo que sean, en cuanto haya diez personas. Prevención, prevención y prevención.