Últimos días para negociar modificaciones en los presupuestos del Principado para 2022 a través de enmiendas parciales. Hay una mayoría parlamentaria a favor del proyecto del Gobierno, formada por los diputados del grupo socialista, de Ciudadanos e IU. En total, 27 escaños, frente a los 18 del resto de partidos. Aunque la situación está clarificada y apenas queda tiempo, el líder de IU, Ovidio Zapico, quiere aprovechar el cambio en la Secretaría General de Podemos (Ripa por Castañón) para intentar que los tres grupos de izquierda hagan piña en torno al presupuesto regional, marginando a Ciudadanos ¿A qué se debe este intento cuando ya está prácticamente cerrado el capítulo de los presupuestos?
A IU le resulta particularmente incómodo aprobar unas cuentas para la región formando parte de una alianza en la que está Ciudadanos. Si el partido naranja apoya las partidas resulta muy difícil vender a la opinión pública que estamos ante unos presupuestos de izquierdas. No tiene sentido decir que Ciudadanos responde a oscuros intereses de asociaciones empresariales y, luego, compartir con ellos el presupuesto.
La cosa habría quedado así, pero Ovidio Zapico estuvo rápido de reflejos y al ver que Podemos estrena liderazgo (Castañón) se apresuró a desempolvar la estrategia de la unidad de la izquierda para mantener las cuentas (PSOE-Podemos-IU). No se le escapa que la nueva lideresa del partido morado llega con la inequívoca intención de pactar con el PSOE, tal como hacen sus jefas, Ione Belarra e Irene Montero, con Pedro Sánchez. Por si Castañón no se hubiera dado por aludida, Zapico lo verbalizó: «Ya hay una nueva líder y ese liderazgo debe ejercerlo desde ya. Mañana mismo debería ser Castañón la que pidiera una reunión con el PSOE y el Gobierno para lograr acuerdos». Seguro que Adrián Barbón estaría encantado de sumar a Podemos a los presupuestos, pero no al precio de prescindir de Ciudadanos. Ahora bien, de cara al futuro inmediato se dan todos los requisitos para que la gobernabilidad de Asturias corresponda a la izquierda. Empezaron a agruparse en torno a la reforma del Estatuto de Autonomía para oficializar el trilingüismo (castellano, bable y Eonaviego) y puede extenderse al resto de asuntos. Todo dependerá del realismo de los grupos minoritarios. El PSOE tiene 20 diputados y entre Podemos e IU suman 6. Los maximalismos huelgan. También dependerá de la respuesta de la derecha, hasta ahora cuatro grupos que hacen la guerra por su cuenta.