La próxima semana empieza la batalla final para convertir a Asturias en una región con tres lenguas oficiales. Antes de que acabe la pausa navideña los partidos concernidos (PSOE, Podemos, IU y Foro) se reunirán para debatir sobre la cuestión. Aunque son cuatro interlocutores, el diálogo es un tres contra uno. La izquierda, en pleno, ante el único diputado que cambió de bando, porque el programa con el que Foro se presentó a las elecciones decía que «actualmente no existe el consenso social necesario que aconseje la reforma de nuestro Estatuto de Autonomía para incluir en su artículo 4 la oficialidad». El debate habido hasta ahora corrobora que la Junta General del Principado y la sociedad están divididas en torno al bable y el Eonaviego. Se va a tomar una decisión en contra del programa electoral, del sentir social y de la tradición del consenso que se ha seguido en Asturias en torno al Estatuto de Autonomía. La izquierda quiere imponer el trilingüismo y Adrián Pumares, un portavoz desconocido para el público hasta que insinuó que cambiaría de bando, está dispuesto a facilitarles la mayoría cualificada que no quiso dar el electorado a la izquierda.
La dirección de Foro puso una serie de condiciones para pactar con la izquierda. No eran una nimiedad: rebajas fiscales generalizadas (entre ellas la supresión del Impuesto de Sucesiones y la bajada de tipos impositivos en el tramo autonómico del IRPF). Luego, Pumares echó agua al vino y situó las exigencias aprobadas por su partido en meros apuntes iniciales para empezar a negociar. El ínclito podría votar a favor de la reforma del Estatuto de Autonomía sin que la izquierda asumiera la rebaja fiscal.
Los tres partidos de izquierda comparten planteamientos y esperan que Pumares acepte sus argumentos. La pasada semana, Podemos e IU pidieron al Gobierno que desbloqueara la reforma del Estatuto. La cita de lal próxima semana es la respuesta del Ejecutivo a la petición de sus socios. Lo cierto es que la izquierda tiene prisa y por eso van a negociar en fechas navideñas, cuando otros años el pleno de presupuestos suponía el inicio de unas vacaciones invernales que se prolongaban hasta bien entrado el mes de febrero. Ya tienen reservado un día para realizar un pleno de la Junta en enero, en el caso de que los cuatro grupos lleguen a un acuerdo. La última palabra la tendrá la dirección de Foro. Si traicionan su propio programa electoral la operación de refundar el partido habrá sido baldía. Se inmolarán en favor de la izquierda.