El Ministerio de Transportes no quiere perder la batalla del relato sobre el frustrado AVE, Madrid-Gijón. La línea de alta velocidad se acaba en Campomanes, creando un servicio singular, al unir la capital de España con una parroquia de un concejo de montaña (Lena), pero el Ministerio explica que ya se encontró con la decisión tomada y que gracias a sus esfuerzos se ha abierto una vía semejante a la alta velocidad que también goza de la cofinanciación de los fondos europeos.
El 10 de junio de 2020, el entonces ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ante una pregunta parlamentaria del diputado Oblanca, declaraba que «Asturias tendrá servicios de alta velocidad equiparables en tiempo y en todo al resto de las regiones». Que la alta velocidad acabe al salir de los túneles de la variante de Pajares y que siga el convoy por la red de cercanías a Oviedo y Gijón es algo que no ocurrirá en ningún otra comunidad autónoma. El Ministerio de Transportes afirma que en el mismo mes que fue investido Pedro Sánchez, como presidente, el Gobierno logró incluir el tramo Gijón-Lena en el corredor del Atlántico, pudiendo recibir fondos europeos del 50% para estudios y 30% para obras. A más a más -que dirían los catalanes-, Transportes asevera que el Gobierno está haciendo actuaciones que mejoran los tiempos para «extender los beneficios de la alta velocidad a las ciudades asturianas». Y remata, «no se renuncia a otras actuaciones de mayor envergadura en fases posteriores». Propaganda en estado puro.
Formar parte del Corredor del Atlántico no significa que por la puerta de atrás se recupere la alta velocidad para los asturianos. Si se desechó tramitar los estudios informativos para llevar la alta velocidad de Campomanes a Oviedo y Gijón, no se rehacen incorporándonos al Corredor del Atlántico. Las mejoras en la línea de cercanías, como la prevista en el nudo ferroviario de Villabona, no suponen incorporar las ventajas de la alta velocidad a las urbes asturianas. En cuanto a las promesas de futuro, para entonces, todos calvos. Por último, claro que se pierde financiación porque una cosa es recibir el 20% de 65 kilómetros de alta velocidad, donde se preveían largos túneles, que recibir el 30% del gasto en obras para acondicionar la red de cercanías. La red de AVE española es la segunda más extensa del mundo, tras China. Llega a muchas ciudades, menos las asturianas. El Principado dice que la diferencia en el viaje es sólo de diez minutos. Se equivoca, la diferencia es de siglo.