La Alianza por las Infraestructuras es una plataforma creada en el anterior mandato para reivindicar ante el Gobierno central el desarrollo de las grandes obras del Estado que acumulan retrasos. En ella están integrados el Principado, partidos, patronal, sindicatos, cámaras de comercio y otras instituciones de carácter regional hasta llegar a una veintena de entes. La idea inicial era muy simple: todos unidos venceremos la inercia del Estado. Las cosas no son tan sencillas, como se pudo comprobar en la última reunión.
El avance de las infraestructuras depende de los presupuestos estatales y estos no responden solo a lo que quiera una pequeña comunidad uniprovincial de un millón de habitantes. Incluso, aunque uno o dos años tenga Asturias un trato favorable en las cuentas del Estado, el retraso de las actuaciones experimentará una mejoría muy limitada. Entrando en lo concreto, las inversiones del Estado en las infraestructuras estuvieron varios años centradas en la variante de Pajares. El resto de obras tuvieron asignaciones nominales que nunca se ejecutaron. Se destinó dinero suficiente para acabar la variante, pero se trazó por el sitio incorrecto y la ladera del monte dio todos los problemas que podía dar: entre deslizamientos y achique de agua quedaron desfasados todos los calendarios. El último retraso nos lo comunicaron hace muy poco tiempo: la variante de Pajares no entrará en funcionamiento hasta bien entrado 2023. En conclusión, la principal infraestructura sigue siendo un futurible y por culpa de los sobrecostes el resto de actuaciones estuvo detenido o conoció muy pequeños avances. Con el paso del tiempo la Alianza por las Infraestructuras se convirtió en un foro retórico. En la última cita de la Alianza el Gobierno regional dio una visión edulcorada de lo realizado. En Asturias los gobiernos siempre cierran filas con Madrid si gobierna el mismo partido.
El primer viaje de prueba realizado por los túneles de la variante se califica de hecho destacado, cuando según los plazos que daba el exministro Ábalos a estas alturas debería haber entrado en servicio. El Principado dice que con las locomotoras que se van a adquirir la alta velocidad llegará a Oviedo y Gijón. Con el actual trazado de Lena a Gijón no podrá haber alta velocidad por muy modernas que sean las locomotoras. No hagamos trampas; con las previsiones actuales la alta velocidad terminará en Campomanes. Hace más de un año que se lo comunicó el Ministerio de Transportes a Bruselas.