En la Junta General del Principado, Teresa Mallada preguntó al presidente del Principado si estaba satisfecho con la ejecución del presupuesto del Estado por parte del Gobierno de Pedro Sánchez. La líder del PP se refería al informe del Ministerio de Hacienda, conocido en la víspera, donde se daba cuenta de que las inversiones en Asturias programadas para 2021 habían quedado sin ejecutar en un 59%. La pregunta era obvia, ya que el dato fue motivo de escándalo.
La respuesta de Adrián Barbón fue sorprendente, por inusual. Dijo que su postura era «clarísima de crítica». Señaló que se puso en contacto directo con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños (en la práctica, el número dos del Gobierno), para pedirle explicaciones y le exigió compromisos para resolver todo lo que quedó sin hacer. Hasta la fecha, en la Junta General del Principado ningún presidente atacó la actuación de un gobierno presidido por el máximo dirigente de su partido. En tres años de mandato tampoco Adrián Barbón había realizado una manifestación tan contundente. Es muy importante que en el Parlamento asturiano se hagan manifestaciones de esta naturaleza, porque es donde toca verter estos juicios. Si se quiere que nos oigan en Madrid hay que hablar alto y claro en la Cámara autonómica. Esa es la dialéctica política correcta: desde las instituciones autonómicas se interpela al Gobierno central. No sé si habrá sido la brisa del 25 de mayo, pero el discurso de Barbón nos sitúa en pie de igualdad con otras comunidades donde es habitual que se emplace al Gobierno de España cuando no cumple con sus obligaciones o promesas. A ver si la fecha del 1 de junio se convierte en el paso del Rubicón de Barbón y, a partir de ahora, si el Gobierno tiene una actuación bochornosa que lo defienda Delia Losa, que para algo es la delegada del mismo y cobra por ello.
Imagino que la respuesta del presidente descolocó a Mallada tanto como a nosotros. El caso es que la líder del PP reprochó a Barbón su falta de influencia en Ferraz. No sé si será cierto, porque en esa casa Adriana Lastra es la ‘vicejefa’, pero no es el conducto adecuado. Para cuestiones así cualquier presidente autonómico debe tener interlocución en la Moncloa. Los asuntos del presupuesto se ventilan entre gobiernos, no picando las puertas del partido. Mallada recriminó a Barbón su escaso peso sobre los diputados asturianos (Lastra, Carcedo, Morís). Todos recordamos cómo los diputados del PP criticaban a Rajoy por dejar partidas sin gastar.