En la asamblea general de la patronal de Hostelería y Turismo, su presidente, José Luis Almeida, anunció que quiere incluir en el convenio subidas salariales vinculadas a la formación. El telón de fondo es el gran desfase entre oferta de trabajo y demanda. En el mercado de trabajo asturiano hace mucho tiempo que los empresarios no encuentran personal adecuado a las características que necesitan. La problemática se llama empleabilidad de la mano de obra. El déficit de formación es un tema recurrente. De la FP dual se cantan excelencias, pero los resultados están por debajo de la expectación levantada. Con la nueva ley de FP, presentada por Pedro Sánchez en Gijón, los títulos se van a multiplicar en cuanto acrediten los aspirantes tener alguna experiencia. Pedro Sánchez garantiza abundancia de titulaciones, desde Primaria y la ESO hasta los grados universitarios. No es tanto que la gente sea más competente, cuanto que los conocimientos se validen sobre la base de la presencia física y la actitud.
La novedad está en la cantidad de puestos de trabajo que quedan por cubrir por falta de aspirantes. Se da en muchas ramas de la actividad económica, pero destaca en la hostelería por estar a las puertas del verano y porque se convirtió en un sector muy sensible a la mano de obra a partir de la crisis económica de 2008, cuando se hundió la construcción y la hostelería tomó el relevo. Ganar más o menos en función de la formación es algo que debe ocurrir en cualquier sector laboral. No obstante, de manifestaciones diversas de trabajadores se deduce que el mayor problema, lo que más desincentiva, es la cantidad de horas extra que se hacen sin cobrar. De los sueldos se quejan, pero qué trabajador no aspira a ganar más.
El problema hay que atajarlo ya. Se anuncia una gran campaña turística de verano que no puede quedar aminorada por la escasez de trabajadores. No sé si nos damos cuenta de que con la expansión de las terrazas la hostelería duplica su valor en los meses de bonanza meteorológica. No tenemos tantos motores de empleo, como para desdeñar lo que aporta el turismo y la hostelería. En la reunión estaba invitada la consejera, Berta Piñán. Le preguntaron tres veces por el problema de la escasez de trabajadores. Al final, dijo: «El sector tiene que hacer una reflexión y me consta que la está haciendo». En mis tiempos, así contestaban los alumnos que no sabían la lección. Estas cosas pasan por crear una Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo. Ni al que asó la manteca.