Tras las desavenencias entre el Gobierno socialista y Podemos e IU por la Ley de Calidad Ambiental, los tres grupos de izquierdas desempolvaron el discurso del acuerdo y la convergencia. En la Junta General del Principado Adrián Barbón ofreció a IU convocar una reunión para hacer balance de la situación política de Asturias. Afirmó que será con este grupo con el que iniciará la negociación de los presupuestos del Principado para el año 2023. Por su parte, Ángela Vallina mostró la disposición de los dos diputados de IU para aprobar las cuentas. La portavoz de IU no se conformó con hablar en nombre de su grupo parlamentario, sino que también lo hizo por Podemos, al poner a disposición de Barbón los cuatro escaños del partido morado («más que suficientes para garantizar una holgada mayoría parlamentaria»). Rafael Palacios (Podemos) terció en el debate de una forma bastante ridícula, pidiendo a Barbón que no se pusiera «celoso» por la relación «amorosa tan guapa» que hay entre Podemos e IU, animando al presidente a formar un trío. Parlamentarismo de alta escuela.

El debate es banal por las formas empleadas y la carencia de sustancia. En los tres años de mandato hubo el acuerdo de investidura entre PSOE e IU que se consumió en el acto de investir al presidente. No pasó de ahí la entente. IU salió beneficiada porque el grupo socialista puso todo lo que había que poner para que IU tuviera grupo parlamentario con tan solo dos diputados. Foro y Vox, también con dos escaños, se beneficiaron en la misma medida que IU. Entre PSOE, Podemos e IU hubo algún acuerdo presupuestario, pero en la misma o mayor medida se alcanzaron pactos entre el Gobierno y las fuerzas de centro-derecha. En todo el mandato solo hubo una cuestión en que los tres grupos de izquierda remaron juntos con todas sus fuerzas: la cooficialidad, el modelo tres lenguas distintas para entendernos mejor entre los asturiano. Hicieron todo lo posible, incluyendo la bajada de impuestos, pero fracasaron.

Ponerse a estas alturas de la legislatura a hablar sobre un posible tripartito es absurdo. Solo queda acordar un presupuesto, y PP, Ciudadanos y Foro se han ofrecido para negociarlo. Cinco grupos de la oposición -todos menos Vox- están dispuestos a completar la mayoría absoluta que no le dieron los votantes al PSOE. En ese contexto, reivindicar afinidades ideológicas para aprobar las leyes no aporta nada. Barbón tiene asegurado el visto bueno a los presupuestos, algo que solo pone en duda el presidente del Principado.