Se celebró el quinto Congreso de Foro en el Palacio de Calatrava. La cita no estaba configurada para discutir sobre ponencias (porque no las había), ni hubo comisiones de trabajo (obviamente, tampoco hubo una comisión de candidaturas) ni hizo falta colocar urnas porque las votaciones fueron a mano alzada (cartón alzado) sin proceder a un recuento de votos. Comprendo que esta forma de celebrar congresos esté en el ADN de Foro, pero ya que celebraron uno de refundación hace un año, bueno sería que incorporaran los elementos mínimos que permiten hablar de congresos en el caso de los partidos políticos. Podrían fijarse, por ejemplo, en el denostado PSOE, para comprobar que el guión de sus congresos no tiene nada que ver con lo preparado por Foro para la mañana del sábado. No es preciso gastar más dinero, sino que es necesario que los compromisarios participen en los debates, partiendo de unas propuestas realizadas por la dirección saliente. Un congreso no es un mitin ni una fiesta. Se fija una línea política con objetivos concretos. No hace falta que los documentos tengan cientos de páginas, pero es necesario aprobar propuestas para los principales campos de la acción política, asumiendo compromisos. Un congreso no puede reducirse a escuchar dos discursos y realizar dos votaciones. Hablando de votaciones me llamó poderosamente la atención que se eligiese por ovación al candidato a la Presidencia del Principado. Adrián Pumares es candidato gracias a los aplausos que le dedicaron los asistentes al congreso. No hizo falta utilizar los cartones. Todo lo que he escrito no es una cuestión formal, es la esencia de los congresos en los partidos democráticos. Si no se cumplen unas reglas mínimas es imposible que surjan alternativas, no se puede encauzar la discrepancia.
La presidenta, Carmen Moriyón, tras hablar del duro camino recorrido, señaló que ya habían corregido el rumbo, que habían puesto la casa en orden, mientras que «el resto de partidos tienen muchos deberes pendientes». La superación del conflicto con Cascos no agota el margen de mejora de Foro. Organizar un congreso democrático donde se debata sobre asuntos en los que la militancia tiene posiciones encontradas es un deber pendiente. Omitir o pasar de puntillas sobre cuestiones programáticas es una prueba de debilidad. Por cierto, la lista electoral la va a hacer Pumares. No hay un órgano colectivo para confeccionar las candidaturas, como ocurre en esos partidos que tienen tanta tarea atrasada.