El aparato de Podemos en Asturias ha iniciado la ofensiva contra Covadonga Tomé, candidata a la Presidencia del Principado por la formación morada. Tomé ganó holgadamente las elecciones internas, hace unas semanas, y los perdedores, que acaparan el aparato del partido, quieren erosionarla políticamente, como primer paso para hacerse con el control de la candidatura autonómica que eligieron las bases del partido. Todos los movimientos que intentó Covadonga Tomé: reunirse con los dirigentes de IU, participar en un acto sobre la Memoria Histórica, interesarse por el conflicto de las limpiadoras del Huca y distintos encuentros con usuarios del centro de salud Ciudad Naranco (Oviedo) y del centro de salud de Pola de Laviana, fueron silenciados por el aparato. Ni una referencia en la web del partido ni una letra en redes sociales. No contentos con eso, Alba González, mano derecha de Sofía Castañón en Asturias («hermana en ideas»), y el portavoz parlamentario, Rafael Palacios, dieron una rueda de prensa para decir que Tomé hace la campaña por su cuenta. La dirección del partido zahiere a su candidata antes de que cualquier competidor le haya realizado la más leve crítica.
Para cualquiera que lleve años observando la política asturiana, los movimientos del aparato de Podemos tienen por objetivo desactivar a la candidata y recuperar el terreno perdido en las urnas. No se trata de una especulación gratuita porque hay antecedentes en la materia. Hace un año, el grupo de Covadonga Tomé y Daniel Ripa tenía el 55% del Consejo Ciudadano (órgano amplio de dirección). Los afines a Irene Montero y Ione Belarra fueron capaces de hacer florecer más ‘círculos’, estructura de base del partido morado, y lograron estar representados en el Consejo Ciudadano por la mitad más uno de los miembros. A continuación, crearon el Comité Ejecutivo que abrió expedientes a dirigentes rivales y afianzaron su mayoría en la dirección.
Ahora tienen varias maneras de poder alterar el resultado de las urnas. La menos cruenta consiste en hacer una alianza electoral con Alianza Verde (una especie de marca blanca de Podemos). El resultado de las primarias pasaría a ser papel mojado. En Madrid harían una lista conjunta y así recuperarían el control sobre el nuevo grupo parlamentario. En la rueda de prensa, Rafael Palacios dijo que se «está hablando con todas las fuerzas políticas de izquierda». En ese espacio la otra fuerza es IU. El resto son chiringuitos, aunque muy útiles para lo que se pretende.