Aunque anda por ahí perdido en algún cajón de la Administración autonómica un plan demográfico que va de 2017 a 2027, con miles de millones de euros de cobertura, lo cierto es que hasta esta legislatura nunca se había discutido en Asturias del declive demográfico. Actualmente, el retroceso poblacional forma parte de las preocupaciones de la sociedad y de las instituciones. Quizás por ello, cuando se hizo el dictamen parlamentario sobre el reto demográfico todos los grupos lo apoyaron, excepto Vox. La intención del dictamen era asentar las bases para redactar el proyecto de Ley del Reto Demográfico. La norma se quería aprobar en este mandato, pero el tiempo hábil se agota: en cuanto se registre el proyecto de presupuestos, la próxima semana, se interrumpe la tramitación de otras normas, y luego llegan las vacaciones navideñas que en el caso de los diputados se prolongan hasta después de San Blas, 3 de febrero. Inflexionar la tendencia demográfica es una tarea de largo plazo, así que no pasaría nada porque se retrasase unos meses, pero en política la continuidad de las iniciativas no está asegurada cuando hay unas elecciones por el medio. En Asturias hemos aprendido que cada vez que hay cambio de color político en el Gobierno de España los proyectos vuelven a la casilla inicial.
El borrador del proyecto ya está confeccionado. Entre las propuestas destaca la obligación de realizar una autoevaluación de las medidas legislativas que se incluyan en la norma, así como de su eficiencia. Esta iniciativa se podría trasladar a muchas otras leyes, porque es muy interesante conocer los efectos de las medidas que se aprueban, así como un análisis en términos de resultado y coste. El problema es que no es fácil llegar a conclusiones en experimentos multicausales. El Gobierno regional confía en lo que puedan aportar los distintos observatorios del Principado y la Universidad de Oviedo, pero nos va a disculpar que seamos escépticos. Una cosa es que sus conclusiones sirvan para el debate político y otra muy distinta es que se puedan utilizar de herramienta hermenéutica para interpretar el efecto de cada pieza del texto legislativo en la realidad demográfica. Demasiada ambición o un exceso de idealismo.
En el borrador se dice que el fenómeno del declive demográfico no es exclusivo del medio rural. Una afirmación aparentemente simple, pero es clave para hacer política demográfica. Sin actuar en el medio urbano no hay nada que hacer. Ojalá lo asuman los herederos del borrador.