La dirección regional de Podemos ha aprovechado el domingo de la operación retorno a la normalidad laboral, tras la pausa navideña, para hacer lo que mejor sabe: incoar expedientes disciplinarios. Antes de contar los pecados de los expedientados, avisan de que se trata de una iniciativa «que debería haberse emprendido hace tiempo». ¿Falta de diligencia, camaradas? ¿Por qué esperasteis a la noche del reparto de regalos de los Reyes Magos para enviar el expediente a la comisión de garantías? Sin más explicaciones empiezan los burócratas el décimo proceso de expulsión en la organización asturiana en menos de un año.

Vamos con reos y pecados. Daniel Ripa, líder de los morados desde los tiempos en que Podemos era un partido extraparlamentario en Asturias, es acusado de -agárrense que hay curvas-, «tratar de secuestrar el control de la cuenta bancaria del grupo parlamentario». A ver, campeones, ¿cómo se secuestra el control de una cuenta? Como no sé en qué fase de vuestra formación intelectual quedasteis atascados, quiero deciros que todo secuestro implica retención de personas. Si se toma el control de un avión, por sorpresa, y se emprende vuelo, ese avión solo estará secuestrado si van personas retenidas. En caso contrario no hay secuestro. Absuelto Ripa de ese delito, vamos a por la cuenta bancaria. Yo creo que les traiciona el subconsciente porque en diciembre hizo un año que unos burócratas de Madrid se hicieron con la cuenta de Podemos en Asturias y con la herramienta del cajero automático la vaciaron. Eso sí que fue un escándalo. ¿Pueden precisarnos qué hizo Ripa con la cuenta?

Andrés ‘Ron’ también está expedientado por tener «contactos en nombre del partido con entidades sociales», cuando estaba suspendido de militancia. A eso lo califican de «infracción muy grave». Si un ‘podemita’ suspendido de militancia va a hablar con gente de Cáritas, debe llevar colgado del cuello un sambenito que lo identifique como pecador. Ni los más prístinos guardianes de las esencias partidarias sufren semejante ataque de rigorismo. Por último, Jorge Fernández, exdirigente como los otros reos, se le acusa de venir «agrediendo verbalmente a distintas compañeras». Este asunto está sub iúdice hasta que se pronuncien Irene o Ione.

Conclusión. El aparato anula rivales antes de entrar en modo electoral. En una nota de prensa atacaban a Covadonga Tomé, ganadora de las primarias. ¿Se atreverán con una mujer inteligente, valiente y con personalidad, apoyada por las bases?