En Santiago de Compostela se celebra mañana un acto de largo nombre: ‘Encuentro del Corredor Atlántico Noroeste, una estrategia conjunta para un proyecto común’. En él intervendrán los presidentes de las tres comunidades autónomas (Galicia, Asturias, Castilla y León), junto con los presidentes de las patronales y de las autoridades portuarias. Hay muchos invitados (en Asturias se repartieron 400 invitaciones) convocados a la cumbre del Corredor Atlántico. Se trata de realizar un acto similar a los organizados por los dirigentes político-empresariales del Corredor Mediterráneo con el objeto de reclamar la misma atención política e inversiones públicas que ellos. Durante muchos años toda la atención estuvo puesta en el Mediterráneo, por donde se articula un corredor que canaliza el 60% del PIB español. Hasta la fecha, el Corredor Atlántico tiene escaso protagonismo en un momento donde se construyen las infraestructuras básicas de la Red Transeuropea de Transporte, que debe estar finalizada para el año 2031. No hace falta decir que la Unión Europea da generosas ayudas para construir la citada red. El esquema básico consiste en crear corredores ferroviarios que comunican los principales puertos de mar con el interior de los países. Como tienen carácter transnacional, las distintas infraestructuras estarán conectadas con el resto de países. Por ejemplo, el Corredor Mediterráneo va desde Algeciras hasta Cataluña y luego enlaza con Francia, Italia, Eslovenia, Croacia y Hungría. Las regiones que queden fuera de esta red descenderán a segunda división.
La cumbre llega precedida de desdichados errores de convocatoria. La Xunta de Galicia, que organiza el acto, no invitó a la Federación Leonesa de Empresarios. Una decisión absurda y dañina para la cumbre. Tampoco invitaron a la secretaria de Estado del Ministerio de Transportes, Isabel Pardo de Vera, que había asistido a la reciente reunión de las patronales, que fue una cita clave para sacar a la luz la problemática del corredor. Pardo de Vera ha sido la política que más se significó en ayuda del Corredor Atlántico. Gracias a ella tiene tantos recursos presupuestarios aprobados como el del Mediterráneo. En estas líneas la criticábamos ayer por las explicaciones dadas sobre la variante de Pajares, pero en materia de corredores mantiene una postura ejemplar al enfrentarse al lobby del Mediterráneo. El ‘olvido’ de la Xunta es un despropósito. Será porque nos sobran aliados.