La cumbre del Corredor Atlántico en Santiago de Compostela cumplió con los objetivos previstos por la presencia de líderes políticos y empresariales, el tono y contenido de los discursos y la declaración institucional de impulso del corredor firmada por los presidentes de Asturias, Galicia y Castilla y León. La cumbre culmina un proceso iniciado en el año 2017, que tuvo como primer fruto la inclusión del noroeste en el corredor de mercancías ferroviarias. Desde la consecución de ese logro, entre la pandemia, el cambio de dirigentes políticos (ninguno de los tres presidentes autonómicos actuales estaba al frente de su territorio en 2017) y la clásica parsimonia de las administraciones públicas, no se había avanzado, corriendo el riesgo de perder por la vía de los hechos la oportunidad de quedar conectados al corredor. La reunión de ayer deja las cosas claras.
El presidente Barbón habló de «la deuda histórica con el Noroeste» que tiene el Gobierno central, y sus colegas, Alfonso Rueda (Galicia) y Alfonso Mañueco (Castilla y León), afirmaron que «no nos resignamos a ser periferia», «hay que evitar una España hemipléjica». El acto y las reivindicaciones estaban marcadas por las presiones de los dirigentes políticos y empresariales del Corredor del Mediterráneo que llevan años desarrollando una campaña agresiva a favor de sus intereses que pretenden, en el colmo del atrevimiento, captar en exclusiva todos los recursos presupuestarios del Estado para su corredor. Tuvieron la desfachatez de decir que el noroeste no tiene tráfico para justificar las inversiones. María Calvo, presidenta de Fade, señaló oportunamente que «la rampa de Pajares soporta el paso de 170 trenes a la semana, el Corredor Mediterráneo, 100».
La cita de las tres comunidades del Noroeste ha supuesto un gran avance al comparecer ante la opinión pública y las instituciones con una misma voz que se extiende por el 25% del territorio nacional. El Noroeste emerge como un nuevo actor político en el debate nacional y europeo de las comunicaciones ferroviarias. Y como el resto de fuerzas que se mueven en la red europea de las comunicaciones, cuenta con una hoja de ruta que viene especificada en la declaración institucional. El primer éxito se produjo durante la celebración de la cumbre, cuando el Ministerio de Transportes dio a conocer que nombraba comisionado del Corredor Atlántico a José Antonio Sebastián, directivo de Renfe y con una amplia experiencia de trabajo en empresas ferroviarias.