Se acabaron las vacaciones de Navidad a los diputados de la Junta General del Principado. Pudieron disfrutar en la primera quincena de enero de un tiempo espléndido, apto para solazarse en terrazas o hacer un viaje turístico con los hoteles en temporada baja. En la segunda quincena la lluvia chafó los planes, pero pudieron gozar del mayor placer de las vacaciones: ponerse a dormir sin activar la alarma del móvil. Disponer de todo el mes de enero para el asueto, sin renunciar a las vacaciones de verano, es un derecho que ningún otro colectivo en activo posee. Hay que reseñar que el grupo parlamentario socialista quería haber declarado el mes de enero apto para trabajar (hay atasco de leyes en tramitación), pero se quedó en minoría. Se impuso respetar el letargo, que se avecina una campaña electoral de lo más estresante.

La oposición festeja la vuelta a la labor con una batería de preguntas sobre los retrasos de la variante de Pajares al Principado. Hay una tendencia a plantear exigencias a los gobiernos sobre asuntos que no son de su competencia. Hasta el más despistado de nuestros diputados autonómicos sabe que la variante de Pajares, como cualquier infraestructura de dimensión nacional, corresponde construir, mantener o clausurar al Gobierno de España, en este caso al Ministerio de Transportes. Paloma Gázquez (PP), miembro del Congreso de los Diputados, ya registró una serie de preguntas al Gobierno sobre los nuevos plazos de la variante de Pajares y el tiempo de duración del viaje de Madrid a Oviedo. Lo mismo hizo José María Figaredo (Vox); por su parte, Martínez Oblanca (Foro) interpeló al presidente Sánchez sobre esta cuestión. No tengo conocimiento de que los diputados nacionales de los tres grupos de izquierda hayan hecho lo mismo en el Congreso de Diputados. Qué curioso. Sin embargo, en la Junta General del Principado exigen exhaustivas explicaciones a quien no tiene competencia para darlas.

Muy llamativas me parecieron las preguntas registradas por Podemos en la Cámara asturiana. Instan al Principado a auditar la variante de Pajares para tener una visión adecuada del estado de la obra. También piden una comisión de investigación sobre los sobrecostes. Podemos tiene tres ministros y una treintena de diputados en Madrid. Ni los ministros dicen nada ni los diputados preguntan sobre la cuestión, pero, según ellos, le toca a Barbón auditar la obra y montar una comisión de investigación, llamada a hacer el más espantoso de los ridículos.