Diego Canga presentó parte del contenido del programa electoral del PP en un encuentro con mujeres empresarias y directivas. Son muchas medidas para un solo comentario, así que destacaré algunas de ellas.

En materia fiscal propone deflactar el IRPF para personas con ingresos por debajo de los 30.000 euros. Ya lo hicieron otras comunidades del PP y del PSOE. Es una medida lógica y justa para personas con ingresos muy limitados. Plantea bonificar el Impuesto de Sucesiones; dado que Asturias es una de las regiones donde más se paga por heredar, la bonificación es una demanda social. Quiere suprimir el Impuesto de Patrimonio. Únicamente lo eliminaron en Madrid y Andalucía; la Galicia de Feijóo solo lo bonificó en el 25%. Zapatero lo quitó en 2008 y Rajoy lo recuperó en 2011. Una vez deflactado el IRPF y bonificado Sucesiones, antes de suprimir más tributos hay que aplicar una rebaja del gasto que vaya más allá de prescindir de los asesores de Barbón. En caso contrario, la supresión de los impuestos generaría deuda (entre Patrimonio y Transmisiones se recaudan más de 250 millones), un mal muy superior al bien que se quiere procurar.

Para que las mujeres puedan conciliar propone algunos asuntos que hay que pulir. Los colegios darán clases hasta las dos de la tarde. Bien, pero entonces tendrán que madrugar y entrar antes porque no está la educación asturiana -y española- como para perder horas. Canga plantea una red de guarderías cercanas a los polígonos industriales. Esta medida estaba ya en el Acuerdo para la Competitividad, el Empleo y el Bienestar de Asturias (ACEBA, página 99), pactado por CC OO y UGT con FADE para el periodo 2008-2011. No creo que haya más de 5.000 mujeres trabajando en la actualidad en los polígonos industriales. Es mucho más útil acercar las guarderías al sector servicios donde trabajan más de 150.000. Es decir, en las ciudades.

Sobre el personal de la Administración el candidato del PP plantea un examen para los altos cargos, que incluirá test psicotécnico. Quiere «acabar con el dedazo», ya que «no quiere cambiar amiguetes del PSOE por amiguetes del PP». Prefiere prescindir de asesores para invertir ese dinero en I+D. Sin embargo, anuncia que «me voy a rodear de gente muy buena, unas 200 personas, que serán la cúpula real para cambiar Asturias». Vamos a ver. Si esa gente trabaja de verdad hay que pagarle un sueldo y el presupuesto se dispara. Si solo son diletantes, el cambio tendrá que venir por otra vía. Espero que solo sea un borrador.