La constitución de la Mesa de la Junta General del Principado siguió el conocido guion del pacto PSOE-IU, que tuvo como principal contenido hacer presidente a Juan Cofiño de la Cámara autonómica y dar entrada en la Mesa a Delia Campomanes (IU). La diputada de IU es la única de los cinco cargos elegidos que no pertenece al PSOE o al PP. Cofiño tenía asegurada la Presidencia con el acuerdo de los dos partidos de izquierda, pero surgió la sorpresa al ser elegido por mayoría absoluta al recibir el voto de Adrián Pumares (Foro). El diputado forista justificó el sentido de su voto: «Creemos que puede desempeñar un gran papel». El acuerdo de investidura en el Ayuntamiento de Gijón entre los tres partidos de derechas no fue óbice para que Pumares votara con los dos partidos de izquierda en el Principado. El diputado del Grupo Mixto avanzó planes sobre la legislatura: «Queremos ser decisivos en los asuntos importantes de la región, como son los presupuestos o las leyes». Al paso dado hacia la izquierda por Foro salió Barbón al encuentro con los brazos abiertos: «Foro debe decidir qué papel quiere jugar en el ámbito autonómico, si en la región quiere tener un rumbo propio». No sé si el presidente entiende por rumbo propio el acercamiento a la izquierda. La convergencia del centro izquierda tuvo la excepción en Covadonga Tomé (Podemos), que se abstuvo en las votaciones, menos en la que se presentaba Delia Campomanes. La diputada podemita considera que sería un esperpento pactar la gobernabilidad en Asturias con Foro, tras los pactos habidos en Gijón. El voto que le falta a una coalición de PSOE e IU para alcanzar la mayoría absoluta lo puede recibir de Podemos o de Foro. Los inicios de la legislatura, en especial el debate de investidura, pueden dar las pistas necesarias para anticipar cuál será el juego de fuerzas parlamentarias en este mandato.
Mientras la izquierda recibe inesperados apoyos, la derecha dio una imagen patética en el primer pleno de la Junta General del Principado. Para ser tres partidos y, además, muy separados en escaños (17, 4, 1), imposible mayor disparidad de posturas. El PP y Vox presentaron candidatos propios, sin que conste el menor atisbo de negociación para unirse en el voto. Foro, como ya quedó reseñado, prefirió apoyar al candidato del PSOE. Teóricamente tienen veintidós diputados, pero no lograron votar juntos más de diecisiete. Después de cuatro años de incomunicación entre los grupos de la derecha, parece que apuestan por reincidir en el error.