El verano cambia la fisonomía de los municipios turísticos. La población aumenta (en Somiedo se multiplica por cinco), los servicios públicos quedan desbordados y aparecen nuevas demandas que no existen a lo largo del año, como el salvamento en las playas. El gasto de los ayuntamientos se dispara, ejemplo de ello son los 856.000 euros que dice el concejal de Urbanismo y Contratación de Llanes que les cuesta el salvamento y la seguridad. Debido a ello los concejos turísticos quieren contar con un plus en el presupuesto regional. La Federación Asturiana de Concejos (Facc) propone una línea específica de ayudas para estos municipios que les «permita hacer frente a los gastos extraordinarios que genera esta población estacional».
Me parece indudable que otras administraciones, como el Principado o el Estado, deban hacer inversiones en infraestructuras, como las depuradoras, reforzar servicios, como el que presta Cogersa en la recogida de basuras, gastar dinero en contratar a más médicos o invertir en ampliar centros de salud, destinar más agentes de la Policía Nacional para garantizar la seguridad, etc. Si, por ejemplo, Llanes tiene 79.000 habitantes en agosto, es lógico que los servicios públicos estén a la altura de un concejo de ese tamaño.
Lo que me parece más dudoso es que los municipios turísticos tengan reservada, de forma regular, una partida presupuestaria del Principado para financiarlos. Una objeción formal nace del desconocimiento del gasto. No existe un estudio de costes en esos concejos para saber cuánto inciden los turistas en el gasto de los servicios públicos. Si se hace el cálculo con rigor, también habría que contabilizar cuánto recaudan los municipios turísticos por el IBI que pagan las familias de fuera del concejo por segundas residencias o los negocios hoteleros y hosteleros. O los ingresos extra por el Impuesto de Construcciones cobrado a veraneantes.
Vayamos al fondo del asunto. ¿Qué sería de Llanes sin turismo? ¿Es por casualidad que sea el ayuntamiento asturiano con menos desempleo femenino? Algo similar cabría decir de Tapia de Casariego, Cudillero, Villaviciosa, Colunga, Ribadesella, etc. Digámoslo sin ambages: el turismo es el moderno maná del que se alimentan ciudades y ayuntamientos que tienen grandes atractivos para los visitantes. Es una enorme suerte que garantiza la riqueza de esos territorios en el largo plazo. El Principado que cumpla con su obligación, pero no despertemos agravios en otros concejos.