Después de pasar por las urnas los partidos se preparan para el nuevo curso. La mayor preocupación de la FSA es la pérdida de alcaldías, sobre todo, en el occidente. Las cifras de alcaldes de la última década no eran fáciles de mantener. Aún así, los socialistas tienen más regidores que el resto de partidos juntos y casi triplican la cuota municipal del PP. En las elecciones generales ganó el PP en Asturias, como venció en toda España con la excepción de Cataluña, País Vasco y Navarra. Dejando a un lado los comicios, los socialistas asturianos, a diferencia de lo que ocurría hace cuatro años, no pueden refugiarse en la etiqueta del ‘sanchismo’ para ganar elecciones y resolver cualquier atisbo de problema interno. La unidad de la militancia y el crédito ante el electorado hay que ganarlos con otros argumentos.

El PP tiene pendiente la convocatoria del congreso regional desde hace seis años. La última cita congresual fue ganada por Mercedes Fernández. Desde entonces el dedo del poder sustituyó a la voz de los afiliados. Teresa Mallada estuvo cuatro años dirigiendo el grupo, con mano férrea, sin más credenciales que el parecer de Pablo Casado. En la actualidad, Diego Canga es más que un portavoz parlamentario. Para la ciudadanía, que no sigue con detalle la vida interna de las organizaciones (es muy tediosa), Canga es el líder del PP. Hace falta que se presente como candidato a la Presidencia del partido en un congreso. Y que lo gane. En el PP el modelo de la bicefalia (un dirigente para liderar el partido y otro para representarlo en las instituciones) carece de tradición, así que lo normal sería que el partido apostara por Canga, tras el buen resultado electoral cosechado: pasaron de tener 10 diputados a 17.

IU y Podemos. Están en situación opuesta. IU fue el único partido de la izquierda que aumentó escaños en las elecciones autonómicas y ha vuelto a formar parte del Gobierno asturiano, tras estar doce años en la oposición. Realizaron una larga travesía por el desierto y llegaron al oasis. La única tarea pendiente es el encaje en Sumar. Podemos está en caída libre. Un escaño en Asturias y cinco diputados en España. El follón interno que tienen en la organización asturiana es irresoluble.

Vox salió debilitado de las elecciones generales y, encima, dijo adiós Espinosa de los Monteros. En Asturias tuvo menos votos en 2023 que en 2019, con el mismo cabeza de lista. El bipartidismo les hace daño. Dadas las características del partido, las cuestiones internas se deciden en Madrid.