Primeras declaraciones de Óscar Puente como ministro de Transportes. Cuando se conoció su nombramiento, en la mente de todos estaba su papel en la investidura de Feijóo, actuando como un portavoz muy agresivo, al modo de Milei. Es difícil no relacionar el servicio parlamentario prestado a Sánchez con su actual desempeño como ministro de Transportes, aunque Puente descartó el nexo atreviéndose a decir que ya antes de esa fecha había hablado con el presidente sobre su incorporación al Ejecutivo. Y todos nos creemos que Sánchez, el líder que puso en pie a todo el Comité Federal del PSOE, como si hubieran recibido una orden militar, al decir que «en nombre de España, el interés de España, en defensa de la convivencia entre españoles, defiendo la amnistía», se dedica a hablar con sus subordinados sobre ajustes del Gobierno dos meses antes de ejecutarlos. No hay un solo dirigente del PSOE que pueda presumir de tener un trato de colega con el máximo líder sin incurrir en falsedad.
Óscar Puente inició su gestión con éxito al lograr la desconvocatoria de la huelga ferroviaria por parte de los sindicatos de Renfe. La protesta había surgido por el traspaso de la red de cercanías a la Generalitat. El nuevo ministro logró parar la movilización asegurando a la plantilla la integridad de los servicios de Renfe y Adif y garantizando al personal que no se van a recortar los derechos que tiene con respecto a la movilidad.
Aunque el Ministerio de Transportes es un departamento muy complejo, lleno de planes diversos y atravesado por complicaciones ingenieriles, Puente no estuvo mal en sus primeras declaraciones. Como el próximo miércoles se inaugura la variante de Pajares, no tuvo otro remedio que referirse a ella: «La variante de Pajares habla de nuestra capacidad como país, de nuestro empuje». Sobre la variante hay muchas consideraciones que realizar. Es lógica la alegría al poder, por fin, utilizarla, pero sería frívolo soslayar errores técnicos (ladera de Campomanes) que conllevaron sobrecostes y contribuyeron a prolongar las actuaciones durante 13 años más de lo previsto inicialmente. La falta de ejecución presupuestaria de los gobiernos de Rajoy y Sánchez influyeron en desanimar a los ciudadanos y en perjudicar a la economía regional. Óscar Puente también se refirió a las prioridades de su ministerio, señalando el desarrollo de los corredores (Atlántico y Mediterráneo) como principal objetivo, porque hay que aprovechar los fondos europeos «que no se repetirán». Tiene razón.