En una jornada organizada por Comisiones Obreras sobre el sector ferroviario, en el Museo del Ferrocarril, intervino el consejero de Fomento, Alejandro Calvo. Tras la ritual ponderación del ministro de Transporte, Óscar Puente, por ser un buen conocedor de las prioridades asturianas -como suele hacer todo consejero autonómico cuando el Gobierno central es del mismo color político-, señaló que debería establecerse un calendario de compromisos para la legislatura. Aunque sea una idea muchas veces repetida, resulta pertinente llevarla a cabo. Es importante objetivar las actuaciones que hay que realizar en el corto plazo y asumir responsabilidades. Aunque parezca que nuestras quejas o protestas no son escuchadas, es necesario fijar las metas, colorearlas en un calendario, nada más constituirse el nuevo Gobierno, para poder decir un día cualquiera que tal actuación no ha avanzado un metro y ya ha transcurrido el plazo para terminarla. Fuimos víctimas de tantos engaños que debemos estar doblemente prevenidos. La confianza en el Ministerio de Transportes, en Renfe y Adif, está bajo mínimos.

Alejandro Calvo señaló algunas actuaciones urgentes que se deben realizar para poner en valor la variante de Pajares y lo que algún día será la línea de alta velocidad Madrid-Gijón. Destacó la adaptación a ancho internacional del tramo León-La Robla y el desdoblamiento de la vía en el tramo, León-Palencia. Dentro de Asturias, se refirió a la conexión ferroviaria de mercancías con los puertos del Estado (Gijón, Avilés) y a la estación intermodal de la ZALIA. El consejero también habló de un asunto obligado que el Ministerio de Transportes y el Principado dejaron orillado: la reforma de los trazados de Lena a Gijón y Avilés, pasando por Oviedo. Tuvo que dejarnos, Carlos Secchi, coordinador del Corredor Atlántico, un titular a cinco columnas en la edición del domingo de EL COMERCIO, «La línea de Lena a Gijón debería alcanzar una media de 200 kilómetros por hora», para que nos demos cuenta de que lo que tenemos ahora no tiene un pase. La variante está muy bien, ahora hay que llegar, con estándares de alta velocidad, a la estación término, que es Gijón.

José Manuel Zapico, secretario general de Comisiones Obreras, puso el dedo en la llaga al decir que el Plan de Cercanías (1.500 millones) no se está ejecutando. Lo que suceda con las cercanías en los próximos dos años servirá de test para el ministro Puente. En un tren de cercanías, precisamente, perdió la cartera Raquel Sánchez.