En la primera sesión del debate parlamentario sobre los presupuestos del Principado para 2024 fueron rechazadas las enmiendas a la totalidad presentadas por Partido Popular y Vox. En defensa de las cuentas regionales, los partidos de la izquierda (PSOE, IU y Podemos) votaron en contra de las enmiendas. Como el bloque de las izquierdas tiene mayoría absoluta en la Junta General del Principado, la viabilidad del proyecto presupuestario quedó garantizado. No obstante, el diputado de Foro, desde una óptica ideológica distinta, como corresponde a un diputado del centro-derecha, también dijo «no» a las enmiendas. Adrián Pumares pidió al Gobierno de coalición seguir negociando.

El debate parlamentario fue penoso, porque se limitaron a reproducir los clichés ideológicos y las descalificaciones mutuas con que se obsequian en las últimas legislaturas. Un monumento a la retórica hueca, permítaseme la redundancia. Un paripé para la galería que no engaña a nadie. El ingenio, la crítica irónica, quizás hayan quedado reservados para otra ocasión, porque tocaba sacar a relucir el karaoke del argumentario del partido, que no se compadece con la realidad.

Los estrategas del socialismo creyeron que había que unir al PP y a Vox en la crítica, como si estuviéramos en vísperas electorales, o tal vez para ponerse en línea con Pedro Sánchez, que se agarra al tándem derecha-extrema derecha para tratar de amnistiar a los delincuentes del independentismo catalán con el menor coste político posible. Guillermo Peláez, portavoz del Gobierno, dijo que «las enmiendas son hermanas, porque manejan los mismos argumentos». Dolores Carcedo, portavoz del grupo socialista, dijo que «van de la mano», y Adrián Barbón afirmó que «el PP va a remolque de Vox». Los estrategas optaron por hacer tres veces la misma consideración, en vez de aportar tres observaciones distintas. Es evidente que dos partidos del centro-derecha siempre verán los impuestos del Principado como un infierno fiscal.

Álvaro Queipo, presidente del PP, calificó los presupuestos de «insolidarios, insuficientes e insostenibles». Son insostenibles porque elevan al máximo el gasto, cuando las nuevas reglas fiscales europeas van en la dirección contraria, pero lo de «insuficiente» es, como mínimo, equívoco, porque cualquier aumento de las partidas lo harán más insostenible aún. En cuanto lo de insolidario, me parece una concesión al discurso de la izquierda. ¿Propone usted, don Álvaro, más gasto social? Un poco de seriedad, señores.