Rafael Cofiño ocupa un escaño en el Congreso de los Diputados, como diputado asturiano de Sumar, la coalición de izquierdas que lidera Yolanda Díaz. Es un médico que trabajó durante décadas en la sanidad pública y fue director general de Salud Pública en el primer mandato de Adrián Barbón. Desde ese cargo adquirió popularidad en la región porque las decisiones que adoptó el Principado frente a la pandemia pasaban por sus manos o estaban directamente tomadas por él. En las Navidades de 2021 dimitió de su cargo, sorprendentemente, cuando la gente se enfrentaba a la sexta ola de la pandemia, con la llegada de una nueva variante, Ómicron. En solo un mes se había pasado de 649 casos a 6.049 en España. Dos años más tarde, Yolanda Díaz valoró su experiencia sanitaria y lo puso al frente de la lista de Sumar para las elecciones generales.

Desde ese perfil hay que leer sus contestaciones en la entrevista que se publica en estas páginas, donde destaca, en otras, su afirmación de que «España solo se rompe si los ciudadanos no pueden llegar a fin de mes». La hipótesis que plantea es dramática, con un sector amplio de la población pasando hambre, en sentido literal o figurado. En cualquier caso, si se diera es fatal circunstancia, veo más cercana una revolución o una dictadura que una ruptura territorial. Contrasta su valoración con el discurso de Nochebuena del rey, el segundo de mayor contenido político e institucional de los realizados por el monarca tras el pronunciado el 3 de octubre de 2017 para detener la secesión catalana. Don Felipe de Borbón dedicó su alocución a la Constitución y a España, ante el clima de enfrentamiento y división que hay en el país, afirmando que fuera de la Constitución no hay democracia y que la unidad de la nación es la clave para hacer frente a los retos del futuro. Rafael Cofiño tiene otra visión: sólo la pobreza puede acabar con la unidad de España.

Tiene Cofiño una opinión muy optimista sobre las fortalezas de Asturias, al considerar que puede ser un modelo para el resto de regiones, citando como ejemplos la política sanitaria sobre la salud mental y lo que hacen algunos ayuntamientos para promover el bienestar emocional. También puso como ejemplos a la industria y la cultura. Si nos miramos al espejo veremos que estamos a la cola en crecimiento económico del país en lo que va de siglo, que somos líderes en pérdida de población y que tenemos la Seguridad Social más descompensada entre ingresos y gastos de todo el pelotón autonómico. Para Cofiño todo suma.