Duelo dialéctico en la Junta General del Principado entre Adrián Barbón y Álvaro Queipo con las infraestructuras por el medio, tras el escándalo del vial de Jove y la paralización de los trabajos en el nudo de Serín. El intercambio de críticas brindó al presidente del Principado la ocasión de leer una decena de objetivos que deben lograrse para que el Ministerio de Transportes recupere la credibilidad ante la opinión pública de la región.

¿Qué tiene que hacer el ministro Oscar Puente para recuperar la confianza de los asturianos? Según Barbón debe apostar por la alta velocidad y el Corredor Atlántico, dar cumplimiento al plan de las cercanías ferroviarias, culminar las integraciones ferroviarias, recuperar la autopista del mar, dar solución a la zona oeste de Gijón y mejorar las comunicaciones del suroccidente, entre otros objetivos. Me sorprendió la relación del presidente del Principado, no por las metas elegidas, todas ellas importantes y necesarias, sino por la forma de plantearlas. Al Ministerio de Transportes no se le puede mandar esa lista de objetivos porque no pasan de ser una serie de enunciados bienintencionados. Cada infraestructura tiene su propia problemática y un conjunto de vicisitudes que exigen planteamientos concretos. Si le decimos al ministro que apueste por la alta velocidad, nos replicará que ya lo está haciendo. Lo mismo afirmará del Corredor Atlántico. Hablar de culminar las integraciones ferroviarias a estas alturas, es pura leyenda urbana. Si le pedimos recuperar la autopista del mar, nos contestará que no encontraron empresas navieras dispuestas a hacer la ruta de Gijón a Nantes. Hay que ir al punto concreto en que está empantanada cada una de esas infraestructuras, hablar de plazos de ejecución y de reservas presupuestarias. La lista del presidente es un conjunto de bellos deseos. Lo que queremos que nos hagan, pero sin el cómo y el cuándo.

La intervención del presidente fue muy distinta a la que realizó el consejero Alejandro Calvo en el debate sobre las infraestructuras de hace quince días. Celebro el cambio del Gobierno asturiano, de avalista del Ministerio de Transportes a crítico. También me parece un acierto la proposición no de ley presentada por Foro, y respaldada por PP, Vox y Podemos, sobre el ‘fraude electoral’ que supuso la licitación del vial de Jove en pleno proceso electoral, para abandonarla diez meses más tarde. El Parlamento apoyó la postura de Carmen Moriyón, reflejada en la proposición.