Se reunió el grupo de trabajo anunciado por Adrián Barbón para reformar las directrices del sector de comercio, formado por las consejerías de la Transición Ecológica (PSOE) y de Ordenación del Territorio (IU), la Fade, CCOO, UGT, las Cámaras de Comercio y la Facc. El 1 de julio de 2022 el Principado dio luz verde a la revisión de las directrices, pero dos años después no se hizo nada. El retraso en la tarea no se debe a la tópica lentitud de la Administración sino a los intereses encontrados que hay en seno del Gobierno y de los agentes sociales.

El nudo del conflicto está en dos cuestiones: la posibilidad de que en los polígonos industriales haya instalaciones comerciales de variado tipo y que sus instalaciones puedan tener una extensión superior a los 2.500 metros cuadrados. La empresa Costco, multinacional norteamericana, quiere desarrollar un proyecto en el polígono de Bobes, que conlleva una inversión de 40 millones de euros y la creación de 200 puestos de trabajo, pero necesita ocupar una extensión superior al límite recogido en las actuales directrices. Unos están a favor de facilitar la inversión y otros en contra. La Consejería de la Transición Ecológica redactó un borrador de directrices donde se retiraba la limitación de los 2.500 metros. La propuesta unilateral no fue bien recibida por la Consejería de Ordenación del Territorio y el borrador quedó «aparcado», como decían los diputados de la legislatura constituyente. Entre los agentes económicos y sociales sucede lo mismo, la patronal y CCOO no aceptan la ubicación de grandes superficies en los polígonos industriales, mientras que UGT desea abrir la puerta a grandes empresas por el efecto que tienen sobre el empleo. Todos hablan en abstracto, pero en la cabeza tienen la llegada de Costco al polígono de Bobes. La reunión no fue más allá de un primer contacto. La consejera del Principado, Nieves Roqueñí, avanzó que para el mes de mayo tendrán un documento de avance, luego saldrá a información pública y en el verano ya estarán en condiciones de trabajar sobre el articulado.

Lo más decisivo sobre este asunto es el cambio operado en la familia socialista. Se acabaron los dimes y diretes, todos están por abrir las puertas a Costco, como expresó de forma rotunda la vicesecretaria general de la FSA, Adriana Lastra. También se puede decir así: todos están por defender los intereses generales, entre los que se encuentra que una empresa comercial que aporta 200 empleos tenga acomodo en los polígonos industriales.