Por las declaraciones del ministro de Transportes, Óscar Puente, nos enteramos de las últimas noticias del ferrocarril que atañen a Asturias. El primer asunto adelantado por el ministro es un retraso. Estamos ya muy curtidos en la tarea de asumir aplazamientos en la construcción o puesta a punto de infraestructuras de transporte. El AVE de bajo coste (AVLO), que iba a realizar un servicio diario entre Gijón y Madrid, no recorrerá la línea hasta el mes de octubre. Hasta ayer se pensaba que prestaría servicio durante los meses de verano, cuando hay más demanda de billetes, pero por razones inexplicadas, aunque seguro que las podríamos entender si nos las contaran, no lo hará. Nada nuevo. Primero estábamos alborozados al estrenar la variante de Pajares porque, por fin, teníamos alta velocidad, luego comprendimos que la vía asturiana no estaba preparada para recibir tal nombre y los convoyes tampoco eran suficientemente veloces. Desde el próximo martes tendremos trenes de alta velocidad, capaces de ir a 330 kilómetros por hora por la variante, pero al salir del túnel deberán ir mucho más despacio porque la vía no está para excesos. Si el tren de bajo coste se retrasa no hay problema porque Renfe llena el calendario de ofertas.
De más interés es el anuncio del ministro de organizar un grupo de trabajo con el Principado, la Fade y las tres cámaras de Comercio para que la red ferroviaria asturiana se pueda incorporar al Corredor Atlántico. En el calendario europeo los trabajos deben estar finalizados en 2030 y vamos francamente retrasados. Logramos evitar que nos dejaran fuera del corredor, y ahora hay que modernizar las infraestructuras (la conexión de los puertos de Gijón y Avilés con León) para que sean validadas por la Comisión Europea. El ministro dice que la conexión del noroeste con el Corredor Atlántico (La Coruña-Vigo-León-Palencia y Gijón-Avilés-León-Palencia) comporta una inversión de 16.081 millones de euros. La cosa va despacio porque esa cifra ya la cantaba Raquel Sánchez, la ministra que perdió el cargo por culpa de lo estrechos que son los túneles asturianos.
No podemos dar por hecho que los 16.081 millones se van a ejecutar. Se prevé un total de 27.000 millones para los dos corredores (Atlántico y Mediterráneo), pero puede que el lobby de los ‘fenicios’ logre un reparto más beneficioso para ellos. Se pensaba que las inversiones fueran financiadas con fondos europeos, aunque tras gastar el dinero en canchas deportivas no creo que llegue para tanto.