De forma lacónica, Guillermo Peláez, comunicó «el cese a petición propia» de Eva Ledo, y le agradeció los servicios prestados. No hay atisbo de explicación, nos queda como única pista la secuencia que siguió el abandono de Eva Ledo: primero se puso de baja y, pasados unos días, comunicó que se iba. De la cúpula de la Consejería de Educación era, de largo, la que tenía el mejor expediente: ingeniera industrial, profesora de Instituto, inspectora de Educación y directora general en el Gobierno de Javier Fernández y en el Ejecutivo de Adrián Barbón, tanto cuando era Carmen Suárez la consejera, como con Lydia Espina. La dimisionaria estaba al frente de la red de centros del primer ciclo de Infantil y de las enseñanzas profesionales.
Desde que Adrián Barbón es presidente del Gobierno asturiano, la Consejería de Educación es la que tiene un curso más accidentado. En los primeros meses de la pandemia, cuando el discurso oficial versaba sobre la excelente gestión que se hacía de la enseñanza telemática, dimitió la directora general de Planificación Educativa, Ana Isabel López, por los problemas de organización surgidos. Unos meses más tarde quedó descabalgada del Gobierno la consejera, Carmen Suárez, sin que hubiera una explicación oficial sobre el cese. Luego tuvo lugar el escándalo de las oposiciones de Magisterio, donde se aplicaron repetidamente unos baremos de corrección erróneos, lo que hizo que se publicara una lista de ‘aptos’ de la que once opositores fueron, luego, excluidos. Barbón calificó aquella situación de «indignante». La crisis se solventó con la dimisión de Miguel Sariego, director general de Personal Docente, que no había tenido ninguna participación en la chapuza, aunque sirvió para que no cayeran torres más altas. El abandono de Eva Ledo es el último eslabón de la cadena de dimisiones o ceses.
Imagino que la oposición preguntará en la Junta General del Principado por las razones de la dimisión de la directora general, pero al Gobierno no le incomodan esas preguntas, porque se acogerá a que es una decisión personal, la gestión pública desgasta, etc. Nos hemos acostumbrado a que los gobiernos sustituyan los argumentos por disculpas o subterfugios. En la red de colegios de Infantil (3-5 años) Primaria e institutos hay 97 direcciones sin cubrir y sólo se presentaron 47 solicitudes. En la red de Escuelas (0-3), proyecto estrella del Principado, de 17 direcciones sin cubrir sólo hubo tres solicitudes para ocupar el puesto. Un panorama para dimitir.