La educación asturiana termina agitada el curso, con movilizaciones en la red pública de la enseñanza no universitaria y en la red concertada. A las quejas se suman los trabajadores de la red autonómica de primer ciclo de Infantil (0-3), con dos jornadas de huelga.
Los sindicatos convocan los paros porque ninguna de las alegaciones que presentaron al proyecto de ley que regula la etapa de 0-3 fue aceptada por el Gobierno. La consejera de Educación, Lydia Espina, dice que no es una ley laboral, así que no se pronuncia sobre las condiciones de trabajo del personal. Vamos a ver. No se trata de que no sea una ley laboral, porque ninguna de las normas que regulan las etapas de la Educación es laboral, por utilizar la expresión de la consejera. Mas aún, las alegaciones sólo las hacen los grupos parlamentarios, ignoro si alguno de ellos ha recogido las propuestas sindicales. Para entender el problema hay que partir de que el Principado estrena en septiembre el primer ciclo de Infantil, conocido con el entrañable e inocente nombre de ‘Les Escuelines’. La red es autonómica, pero integra al personal que estaba en las escuelas de titularidad municipal, unos seiscientos trabajadores. El Principado se comprometió a mantener intacto el empleo y las condiciones de trabajo, pero los sindicatos quieren más. Hay un centenar de empleados que no consolidaron su situación en los ayuntamientos (Avilés, Siero, Mieres, Grado) y pasarán a la nueva red como personal laboral interino. Desde una perspectiva sindical, entiendo que ahora es el momento de apretar a la Administración y lograr que tengan un contrato laboral indefinido (nada de contrato por obra o servicio). Desde una mirada ciudadana, observamos que la nómina de personal de las administraciones públicas está poblada de funcionarios interinos y de personal laboral temporal. Imagino que, al final, la Administración hará algún apaño.
El Principado va a pagar la misma nómina a todos, pero los empleados que proceden de ayuntamientos que pagaban más (Gijón, Oviedo), seguirán aportando un complemento municipal. Ejemplo: todos ganarán 1.100 euros, pero los que antes cobraban 1.200, su ayuntamiento de procedencia seguirá pagando los 100 de diferencia. Inaudito. Los ayuntamientos tuvieron que montar las escuelas porque el Principado se encogía de hombros, pese a que la educación es cien por cien de competencia autonómica, y ahora van a tener que seguir pagando toda la vida a empleados del Principado. Qué alcaldes más cándidos.