Sobre el gran tema político del verano, el pacto PSC-ERC para dotar a Cataluña de un modelo singular de financiación, fuera del régimen común, que permita a la Generalitat recaudar y gestionar el 100% de los impuestos que se pagan en el territorio, tomaron la palabra el consejero de Hacienda del Principado, Guillermo Peláez, y el portavoz de IU-Convocatoria, Xabel Vegas. El consejero de Hacienda expresó su rechazo al abandono de Cataluña del régimen común. Señaló que el pacto entre socialistas e independentistas se concreta en un concierto fiscal que supone una merma de recursos para el Estado. Según Peláez, con el acuerdo firmado por las dos fuerzas el modelo de financiación autonómica se apoyará, fundamentalmente, en la capacidad fiscal de los territorios, quedando muy atenuada la solidaridad interterritorial. Esperemos que hoy Adrián Barbón sea aún más contundente y diga que el Principado no aceptará ninguna propuesta que recorte un euro la solidaridad interterritorial.
Xabel Vegas intervino de forma distinta. Empezó diciendo que IU, Más País o el Movimiento Sumar se inscriben en la tradición federal. Le faltó añadir que el acuerdo entre PSC y ERC no preludia un futuro federal, sino confederal: un Estado central reducido y unos entes confederados dotados de total autonomía. Vegas dijo que para ellos el modelo de Estado debería cimentarse sobre principios de «redistribución y solidaridad interterritorial». Bueno, es una forma de decir lo mismo de dos maneras porque redistribuir recursos es equivalente a practicar la solidaridad interterritorial. El portavoz de IU-Convocatoria dijo que todavía «hay margen» para pulir el acuerdo. Me gustaría que nos explicara cómo se puede pulir sin desvirtuarlo, porque la clave del pacto es la transferencia a la Generalitat del 100% de los impuestos ¿Le parece bien al portavoz de Sumar en la Junta General del Principado que los catalanes se queden con el 100% del IRPF, o del IVA, y los asturianos nos tengamos que contentar con el 50%?
Vegas, muy pragmático, recuerda que lo acordado debe pasar por el Congreso de los Diputados y que «hay que hacer política». Al leer a Vegas es difícil sustraerse a la idea de que bajo el paraguas de Sumar hay un grupo variopinto de fuerzas, entre las que están los comunes de Ada Colau. Mal momento para los equilibrios internos. Toca hablar muy claro, sin ambigüedades ni rodeos. A ver qué dice Barbón hoy de que los catalanes se queden con toda la recaudación del IRPF y nosotros con la mitad.