La situación vivida el pasado domingo en las principales vías de comunicación asturianas, autopista ‘Y’ y Autovía del Cantábrico, así como en los accesos a las playas, no concuerda con el discurso pesimista de sectores empresariales que llevan más de un mes diciendo que este verano la actividad turística va a pinchar porque la gente elige otros destinos. Pese a que las condiciones meteorológicas no acompañan siempre, la afluencia de visitantes resiste la comparación con cualquier otro año. El domingo, con sol y calor, hubo un auténtico llenazo. La región podía haber puesto el cartel de ‘completo’.
El torticero debate sobre los pisos turísticos, haciendo creer a la gente que esa oferta de alquiler por días supone una ruina para el sector hotelero y un drama para las personas que buscan vivienda, se viene abajo cuando se comprueba que la demanda turística en Asturias desborda todo tipo de ofertas: necesitamos más arena para acomodar a tanto bañista, más aparcamientos para dejar los automóviles, más establecimientos hosteleros para avituallar a los visitantes, más actividades culturales para solaz del personal, etc.
El segundo domingo de agosto, con anticiclón asegurado, era forzosamente un día muy favorable para la afluencia de visitantes, pero no hace falta batir récords para comprender que estamos en la senda del éxito siempre y cuando sepamos gestionar la demanda, me refiero al aluvión de gente y de coches. Una mirada crítica nos llevaría a decir que la saturación en las carreteras y la imposibilidad de acceder a playas recordaba el escenario de los primeros años setenta, cuando el parque automovilístico ya estaba desarrollado (83 vehículos por cada 1.000 habitantes), tras diez años de crecimiento del PIB del 7%, pero no teníamos ni un kilómetro de doble calzada. En el presente, los grandes flujos de tráfico se hacen por autopistas y autovías, pero hay muchos más coches (627 por cada 1.000 habitantes) y los aparcamientos no están dimensionados para recibir a tantos, por eso en Muros de Nalón hubo que cortar la carretera de acceso a la playa de Aguilar o en Villaviciosa tuvieron que activarse paneles informativos, con un escueto mensaje: «Acceso a Rodiles, completo». La operación retorno también fue penosa.
En una época en la que hay protocolos de intervención para todo, es preciso revisar lo que dice el manual para las fechas más destacadas del verano. Hay que gestionar los picos de turismo para que algo tan positivo no se traduzca en malestar social.