Acto de apertura del curso académico en la Universidad de Oviedo. Una ceremonia solemne, como corresponde al templo del saber, presidida por el rector, Ignacio Villaverde. La lección inaugural la pronunció el catedrático de Ciencia y Tecnología Náutica Rubén González. Como es habitual, la intervención principal del acto correspondió al rector, que habló de las distintas cuestiones que afectan a la institución. En su exposición hizo mención al crecimiento del alumnado. Como todo lo que corresponde al personal, de todo tipo, mengua en Asturias, el avance, aunque pequeño (200 estudiantes más matriculados en grados) es significativo porque ayuda a tener, otra vez, más de 20.000 alumnos, sumando grados, másteres y doctorados. Lo más relevante de las matriculaciones estriba en la cantidad de alumnos captados de fuera de la región. En la actualidad son 4.000, cerca del doble que en el curso anterior. Dentro de este grupo, los estudiantes extranjeros siguieron la misma tendencia creciente.

Ignacio Villaverde pidió acordar con el Gobierno asturiano un «ambicioso plan plurianual que nos permita poner al día nuestros edificios (58 en cinco campus) e instalaciones». El presidente del Principado, en su intervención, tras recordar que la Universidad tiene asegurada la estabilidad financiera hasta 2030 «gracias al mejor acuerdo de la institución de la historia», dijo que «ayudaremos en la medida de nuestras posibilidades». El Principado tendrá que hacer un esfuerzo extra, porque dudo que el ambicioso plan de edificios e instalaciones esté previsto en el contrato-programa firmado por la institución académica con el Principado para el periodo 2023-2028.

Para Villaverde el curso que comienza debe centrarse en «repensar nuestra estrategia». Cierro los ojos y estoy oyendo al exrector Juan Vázquez, que tuvo en su equipo, como hombre fuerte, a Ignacio Villaverde, a la sazón vicerrector de Relaciones Institucionales. La estrategia, que en definitiva es un plan, está en todos los discursos de políticos e intelectuales de izquierda. Es un comodín que se puede incluir en cualquier párrafo. ¿Qué hay que repensar? Contesta el rector: «La Universidad de Oviedo debe reflexionar sobre qué quiere ser como institución docente, sobre cómo queremos enseñar y cómo quiere nuestro estudiantado que le enseñemos». Después de cuatro siglos el querer ser ya está contestado. Ahora bien, la parte del ‘cómo’ puede llevar a una revolución. No sangrienta, por supuesto.