El consejero de Ordenación del Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos, Ovidio Zapico, ha expuesto en la Junta General del Principado su gestión sobre la vivienda, un asunto en el que se había mostrado muy crítico en el anterior mandato, cuando IU estaba en la oposición. El coordinador general de IU dijo que la Dirección General de Vivienda estaba ya «reconstruida», tras haberla encontrado «destrozada» al llegar al cargo. Una estructura burocrática está destrozada cuando no hay un mínimo de funcionarios en esa área y el trabajo que sacan adelante es muy inferior a las demandas de los ciudadanos que entran por las ventanillas. Recuerdo la convocatoria de ayudas para el alquiler de vivienda, de abril de 2021; dos años más tarde la mayoría de los teóricos beneficiarios no habían recibido las subvenciones. Entonces Ovidio Zapico pronunció la frase más brillante de su trayectoria pública: «En la guerra contra la burocracia del Gobierno socialista solo hay víctimas sociales».
No creo que reconstruir una dirección general de vivienda sea una tarea hercúlea, máxime si la contratación de tres empleados (evaluadores) supone un gran paso hacia adelante. En lo que va de año se han publicado tres resoluciones de ayudas para el alquiler, agotando el 90% de la partida presupuestaria. En noviembre habrá otra resolución y antes de terminar el ejercicio, una quinta con cargo a los presupuestos de 2025. En la gestión de las subvenciones al alquiler hubo un cambio cualitativo. Lo mismo ocurre con el ‘bono alquiler joven’, donde Asturias es la segunda comunidad autónoma en ejecución de las ayudas, por detrás de La Rioja.
Conceder subvenciones no es una tarea complicada si se cuenta con personal y medios. Mejorar un parque público de vivienda deteriorado, como el asturiano, tampoco es una empresa difícil, aunque se necesita un cierto tiempo. Subvencionar alquileres, reparar viviendas, son tareas rutinarias. Solucionar el acceso a la vivienda en Asturias es algo mucho más complicado, para lo que se necesitan dos apoyos que no tiene el consejero: mayor presupuesto (en anteriores gobiernos de coalición las consejerías de IU estaban mucho mejor dotadas) y capacidad de negociación con el sector privado. Para que todos tengamos casa hay que trabajar codo con codo con las empresas. Ahora bien, seamos justos. Con la nueva Ley de Vivienda y las promesas incumplidas de Sánchez (50.000 viviendas de la Sareb para alquileres accesibles) poco puede hacer el Principado.