Reunión en la Presidencia del Principado de Adrián Barbón con Ángel Víctor Torres, ministro de Política Territorial. Un encuentro que puede verse como un preludio de la entrevista del próximo viernes, en la Moncloa, entre Pedro Sánchez y el presidente del Principado. Como anticipo, Barbón hizo una declaración muy de su estilo: «Defenderé los intereses de Asturias con toda mi fuerza y capacidad de convicción». Una proclama abstracta, que no nos permite saber qué dirá –si es que va a decir algo– del modelo singular de financiación de Cataluña. Quizás la forma más eficaz de defender nuestros intereses sea decirle al presidente del Gobierno que si mantiene el privilegio catalán (la única comunidad autónoma que se quedará con toda la recaudación fiscal, junto con el País Vasco y Navarra) tendrá en frente al Principado. Podemos asegurar que ese tipo de planteamientos en ningún caso los hará Barbón.
El presidente del Principado dejó entrever que acudirá a la cita monclovita pertrechado de un puñado de dossiers, con la intención de continuar, luego, la negociación de esos temas con los distintos ministerios. Está muy bien lo de contarle a Pedro Sánchez nuestros problemas y buscar la solución con los ministros, pero la ronda del presidente del Gobierno con los presidentes autonómicos estaba ideada para hablar del sistema de financiación autonómica que quedó temblando con el visto bueno del Gobierno de España al modelo pactado entre los socialistas y los independentistas para Cataluña. Todavía el 16 de septiembre, delante de diputados, senadores y europarlamentarios del PSOE, Pedro Sánchez apostó por «un nuevo sistema de financiación autonómica que garantice la igualdad».
Lo que esperamos de Adrián Barbón es que le pida a Sánchez una explicación sobre ese nuevo modelo de financiación igualitario que se empezó a construir otorgando un privilegio exorbitante a Cataluña. Lo que más necesitan todos los gobiernos autonómicos es aclarar cómo va a ser el sistema de financiación autonómica, cómo van a funcionar los mecanismos de solidaridad una vez que el 26,6% del PIB (Cataluña, País Vasco y Navarra) quede fuera del sistema de financiación. La cita con Sánchez no es para hablar de la tardanza de los trenes de cercanías, de la sanidad o de la difícil coyuntura en la que se encuentra el núcleo duro de la industria asturiana, es para discutir sobre financiación autonómica. La prioridad es que nos hablen claro de la financiación, que es lo mismo que exigir que no haya engaño.