Tras la cita nacional del PSOE, la dirección de la Federación Socialista Asturiana (FSA) convoca el 34 Congreso de los socialistas asturianos para los días 17,18 y 19 de enero en el Centro Niemeyer de Avilés. Adrián Barbón, secretario general del partido, confirmó sus deseos de presentarse a la reelección. Dijo que tenía «ganas, energía y más experiencia que hace siete años». Seguro que le apetece ejercer como líder del partido otro mandato; la energía se le supone por la edad –45 años, que serán 46 cuando se celebre el cónclave–, pero lo más importante es el acopio de experiencia, después de estar siete años al frente del partido y cinco de ellos presidiendo el Gobierno regional. Una cosa es ver el mundo desde Laviana, durante tres mandatos como alcalde, y otra muy distinta estar al frente de los destinos de la comunidad autónoma.

El 41 Congreso Federal del PSOE, celebrado en Sevilla, debería servir de guía para la cita congresual asturiana. Sería lo lógico, pero como de la magna reunión de Sevilla los mensajes que salieron fueron el reforzamiento en el cargo de los principales dirigentes nacionales y una encendida diatriba contra los rivales políticos (según María Jesús Montero, Feijóo tiene «un proyecto golpista centrado en derrocar a este Gobierno»; Cerdán considera que «la credibilidad que da Feijóo es la misma que da Aldama, ninguna»), no sé si pueden servir de orientación para el debate de los socialistas asturianos. Soy consciente de que en la reunión de Sevilla pasaron más cosas, como el acuerdo sobre financiación autonómica, pero es tan sibilino y, aparentemente, tan contradictorio, que le dedicaremos una columna aparte. En cualquier caso, las tesis que se aprueban en los congresos de los partidos no tienen la transcendencia de los acuerdos institucionales. Sin embargo, el tono y las palabras del discurso del líder, y su forma de hacer política, sí marcan a toda la fuerza política.

El modelo de Pedro Sánchez se impone, haciendo del PSOE un partido más de adhesiones que de debates. Se ve ya como algo natural que sólo haya un candidato a la secretaría general. Me llama extraordinariamente la atención el calendario aprobado por la dirección de la FSA para el congreso de enero. El 3 de diciembre se convoca. El día 4 hay que presentar las precandidaturas. Del 5 al 11 se recogen los avales. Es decir: veinticuatro horas para que otros militantes decidan si se presentan y seis días para recoger los avales. ¿Así se estimula el pluralismo y la participación?