El Principado ha dado el visto bueno a los dos primeros proyectos de parque de baterías. Uno en Granda (Siero) y el otro en Trasona (Corvera). Para finalizar la tramitación administrativa sólo queda la concesión de la licencia que es de competencia municipal. Los dos alcaldes, Ángel García e Iván Fernández, han hecho declaraciones favorables. Veinticuatro horas antes, cuatrocientos ciudadanos se manifestaron siguiendo la llamada de la plataforma Stop Baterías, que quiere detener todos los proyectos, incluyendo los que se van a ubicar en los polígonos industriales, por razones de salud y de la supuesta existencia de alternativas «más eficientes». La nueva consejera de Transición Ecológica, Belarmina Díaz, entiende que los dos parques cumplen con los requisitos previstos para ser construidos. Así estrena el cargo.
Los parques de baterías son instrumentos necesarios para aprovechar las energías renovables que se alimentan del sol y del viento. Con este tipo de herramientas soñaron siempre los ecologistas para dejar de depender de las energías fósiles, causantes del efecto invernadero. A la hora de replantear el ‘mix’ energético las baterías resultan imprescindibles. En una región donde hay una oferta variada de cursos de formación, de todo tipo, sería bueno que a alcaldes, concejales y vecinos les diera el Principado la oportunidad de tener un conocimiento riguroso sobre las ventajas e inconvenientes de esta tecnología. Miedos y prejuicios, sin base real, son propios del oscurantismo de las sociedades del pasado. Pronto se cumplirán veinticinco años de la entrada en funcionamiento de Pico Gallo, primer campo eólico asturiano, en Tineo, con capacidad para suministrar energía eléctrica a 25.000 hogares. También entonces había plataformas contra los aerogeneradores. ¿Cuál sería el futuro de Asturias sin energía eólica y sin baterías para almacenarla?
En España, en proyectos de baterías, hay solicitados 22.000 megavatios de capacidad para conectarse a la red. Pocos instrumentos energéticos han tenido una respuesta tan rápida por parte de los inversores. La cifra de megavatios demandada era la prevista por el Gobierno para el año 2030. Con las baterías la eficiencia energética dará un salto espectacular y todo el mundo quiere beneficiarse de ella. Se está rediseñando el mapa de la energía. Desde la revolución industrial, Asturias fue la región con más vocación energética de España: alumbramos el camino. No vamos a quedarnos atrás.